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Hay ocasiones en las que necesitas sentirte más segura y proyectar una imagen «de poder» frente a los demás. Por ejemplo, para conseguir un empleo o en una reunión de trabajo. ¿Sabías que la ropa que usas puede ayuarte a lograrlo? La clave es elegir las prendas adecuadas, lo que en Estados Unidos se conoce como «power dressing».
Según el sitio de belleza www.tuimagenpersonal.com, lo primero que hay que considerar es que el vestuario te quede bien, sea cómodo, resalte tu figura y te dé un toque de autoridad (siempre que lo requieras). Asimismo, recomienda las piezas clave que es importante conocer y tener para lucir «más poderosa»:
Traje de dos piezas. Debe ser de corte clásico y, ojalá, de color neutro (negro o azul marino). También, puede ser a rayas verticales, combinado con una blusa de un solo tono. Si eres alta, puedes permitirte jugar un poco más con los colores. La chaqueta tiene que lucir un poco ajustada en la cintura, pero sin hacer arrugas en la espalda, con mangas que queden unos centímetros más abajo de la muñeca. El pantalón –ojalá recto- no puede verse corto y tampoco demasiado largo. Un vestido negro (o de otro color sólido, sin estampados estridentes) y de corte clásico, que cubra hasta unos centímetros más arriba de la rodilla, también es una buena alternativa si te sienta bien.
Zapatos de taco alto. Lo fundamental es que sean cómodos, para que puedas moverte bien con ellos. Asimismo, deben ser de buena calidad, de tono neutro y lucir siempre impecables: limpios, con tapillas y puntas cuidadas. De lo contrario, la imagen que proyectarás será opuesta a la que deseas.
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