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Son los reyes del invierno; abrigados y cómodos, hago de los chalecos (así les llamamos acá) mis mejores aliados. Tengo que ponerme uno sí o sí; y este año están full de moda, por lo que es muy fácil encontrarnos en todos lados. (Otras temporadas estaban más de moda las parkas y era más difícil encontrar chalecos) Entrevistamos a Lorena Ramos, Docente de la carrera Diseño de Vestuario y Textiles de la Universidad del Pacífico, y nos contó sobre cómo identificar la calidad y cómo dar los cuidados a esta prenda, reina del invierno
1.- ¿Cómo darse cuenta si un tejido o sweater es o no de lana 100%? ¿En qué cosas hay que fijarse para que no nos pasen acrílico por lana?
Es muy difícil reconocerlo a simple vista cuando no se tiene el conocimiento. Yo, como diseñadora textil, puedo decir que en términos prácticos lo primero es fijarse en las etiquetas, si es que son de marcas respetables porque a veces no tienen la información correcta, y ver la simbología que indica el 100% lana. Otra característica es el brillo, es decir, la lana natural, llamada fibra proteica porque es de origen animal (oveja, camélidos, conejo, etc) es opaca, aunque eso depende de la raza del animal. De manera más técnica se puede identificar a través de un examen de solubilidad o pirognóctico donde se quema un trozo de hilado (olor a pelo quemado y un residuo que se tritura con los dedos, a diferencia de las fibras acrílicas que dejan un residuo plástico) pero como una prenda no se puede quemar, se debe analizar solo visualmente y por tacto.
Finalmente puedo decir que hoy día hay una infinidad de fibras tecnológicas que son casi idénticas a la lana y, por lo tanto, tienen todas sus características y pueden ser de alta calidad, además de las fibras mezcladas en distintos porcentajes (lana + acrílicos) por lo que no es necesario tener prendas de lana pura.
2.- ¿Cómo se deben cuidar los tejidos?
Siempre con agua fría y con lavado a mano o a máquina suave o para ropa delicada, de lo contrario la lana natural se apelmaza. Nunca agua caliente ni lavado rápido porque la lana natural, al ser un material orgánico, se afecta. Las prendas mezcladas con lana + acrílicos siempre se deben lavar con estos cuidados y centrifugar solo para sacar el exceso de agua y no colgar, sino extender en una superficie plana.
3.- ¿A qué tipo de cuerpo le quedan bien los chalecos grandes y gruesos que están de moda?
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Los chalecos grandes tipo poncho en diversas versiones, les quedan bien a las mujeres más altas y no tan gruesas, ya que son prendas que tienen mayor volumen.
A las más bajas o más gruesas les va mucho mejor los tejidos más finos y con menos volumen.
4.- Me quise comprar un chaleco simple y me costó mucho encontrarlo; todo era grande, tupido, con flecos, tramas, etc. ¿A qué responde esta tendencia?¿Es un rescate a lo étnico y folk?¿Es una tendencia a los fríos extremos? También los precios eran muy elevados, alrededor de $20.000 por modelos bastante normales.
Al igual que en cada temporada, las tendencias dictadas por los centros mundiales de la moda son las mismas que se nos imponen en el mercado nacional y, al ser Chile un mercado reducido, las tendencias acá se trabajan de manera adaptada para nosotras las usuarias nacionales.
De todos modos, siempre se encuentran en el mercado local dos grandes áreas de productos: las prendas con tendencia (folk, étnico, etc.) y las prendas básicas, es decir, más tradicionales, por lo tanto siempre hay alternativas en formas y en precios.
5.- El problema es que con esos chalecones enormes uno no puede usar un abrigo o chaqueta; y al menos yo si no uso, como que no me siento “vestida” ¿Por qué pasa esto?¿Cómo se puede solucionar?(qué accesorios)
La solución son siempre los básicos, es decir una prenda fina y tradicional siempre va bien sobre un abrigo o chaqueta con forma interesante o con tendencia. En cambio si uso una prenda tejida con tendencia quizá no va con cualquier abrigo o chaqueta sino que va mejor sola en el caso que tenga mucho volumen. La idea es saber mezlar las prendas en general, lo tejido con lo no tejido y las prendas con una tendencia muy marcada con otras más tradicionales. La clave está en saber combinar.