-Según un reportaje publicado en el diario El País, esta prenda, símbolo del minimalismo, será la protagonista la próxima temporada de calor. Se basan en lo que mostraron las nuevas colecciones de Phoebe Philo para Céline, Viktor & Rolf, Stuart Vevers para Loewe y Jean-Paul Gaultier.
Siempre se ha dicho que menos es más, y es cierto. Qué mal luce un traje hecho en una tela recargada de colores y diseños, es mucho más elegante una pieza de color uniforme y confeccionada a partir de un trozo de tela. Para lograr esa sencillez, qué mejor que el blanco, el más limpio de los tonos.
Viktor & Rolf llamo a su última colección “La sinfonía de la camisa blanca”, en ella dejan atrás lo estrambótico y exagerado del vestido de novia para finalizar en una colección que se centra más en el comienzo de esta pieza: una camisa corta por delante y larguísima por atrás, sobre un pantalón de esmoquin negro. El británico Stuart Vevers hizo para Loewe un diseño de blusa blanca, pero volviendo al pasado: le agregó estampados de mariposas y colores como de dulces. Phoebe Philo creo una camisa también con estampados, los de ellos en colores tierra y con figuras geométricas.
El diario español es mucho más directo en su análisis y dice que los delantales y batas de quirófano están de moda. No sé si lo calificaría como vestuario médico, porque tan blanco no es el asunto: independientemente de los colores extras y las figuras que puedan tener estas camisas, y que son de diseñador, lo que las saca de la posición de “hospital” son las formas. No son como las camisas blancas del colegio, ni como las de la oficina, son al final prendas únicas con cortes creativos: mangas y cuello de banquero, escotes alargados, amarradas atrás de la espalda, largas, cortas… para todos los gustos.
Además es un buen color para soportar los días de verano, las piezas blancas, dependiendo del tipo de tela, son más frescas.
