Maternidad

Ser mamá en pandemia: los retos de las mujeres en tiempos de coronavirus

Las mamás han tenido que buscar formas de equilibrar el cuidado de los hijos, el trabajo y su propio bienestar.

La pandemia de COVID-19 ha traído grandes complicaciones para todos, especialmente para aquellas que son mamás y tienen múltiples compromisos que atender.

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Ha pasado poco más de un año desde que cambiamos nuestra rutina y aún quedan muchos retos por delante.

Las madres han estado luchando por salir adelante como pueden. Mientras que algunas cuentan con apoyo de una pareja, otras deben hacerlo solas. Algunas tienen un trabajo de tiempo completo a la par que deben cuidar a sus hijos y otras, aunque puedan quedarse en casa, no tienen una vida más fácil.

Las mujeres siempre vivimos bajo muchas presiones: desde cómo debemos vestir, hasta los objetivos de vida que debemos tener como casarnos y formar una familia. Las exigencias en torno a cómo debemos vernos y lo que debemos ser terminan por hacernos creer que lo que realmente queremos no tiene ninguna validez.

No existe la maternidad perfecta pero la sociedad insiste en presionarnos con ello.

Los estragos del confinamiento, la incertidumbre y el distanciamiento social han jugado un papel importante en cómo es que la maternidad está cambiando. Es un hecho que la situación creó enormes cantidades de frustración, con un aumento del trabajo en casa no remunerado y poco tiempo para descansar.

También se ha hablado de un impacto a largo plazo en el trabajo y la vida familiar de las mujeres como resultado del coronavirus. Un estudio reciente de las Naciones Unidas incluso advirtió que esto podría diluir décadas de avance en la igualdad de género.

Según los expertos, los sistemas familiares están retrocediendo a normas más tradicionales debido al cierre de escuelas, guarderías y hasta los campamentos de verano que permitían a las madres descansar de los hijos mientras estos reciben educación básica y socializan. Ahora no hay «alguien más» que cuide a los niños y la responsabilidad por supuesto, ha recaído en las mujeres.

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El bienestar psicológico de las futuras madres también ha sido un reto enorme.

Ser mamá primeriza es difícil pero cuando se ha vivido en embarazo aislada, en medio de una pandemia mundial, los expertos aseguran que está afectando la salud mental de manera importante.

Tener un recién nacido es un aislamiento por sí mismo pero ahora, con las restricciones sociales para evitar contagios, no hay un apoyo de otras madres con las que puedan compartir la experiencia de forma más directa.

Pixabay

Un estudio reciente en Frontiers in Global Women’s Health se muestra que antes de la pandemia, el 29 por ciento de las nuevas mamás dijeron que experimentaron síntomas de ansiedad, mientras que el 15 por ciento dijeron que experimentaron síntomas de depresión.

Durante la pandemia, esos números casi se triplicaron: el 72 por ciento de las nuevas mamás informaron síntomas de ansiedad y el 41 por ciento experimentó depresión.

Aprende a priorizar tu salud mental.

El aspecto más agotador de la maternidad es el pensar “de más”o caer en la «hipervigilancia», como le llaman los expertos. La mente de una madre nunca se apaga por completo, siempre tiene una lista de control mental todo pero eso lleva a un agotamiento peligroso.

Es completamente normal esta sacudida en nuestra rutina sin embargo, cuando comienzas a caer en hábitos poco saludables, puede convertirse en un problema. Las madres, sea la etapa en la que se encuentren, deben aprender a priorizar su salud mental y física para poder rendir con sus obligaciones del día. Buscar atención de salud mental es tan importante como buscar atención para las dolencias físicas.

Otras pequeñas acciones son salir a caminar unos minutos o lo que sea que te haga sentir bien aunque sea en un corto período de tiempo. Procura pasar un poco de tiempo individual y de calidad con tus hijos durante sus descansos. Aprende que no te necesitan constantemente por lo que está permitido hacer una pausa para concent5rarte en tus metas personales y profesionales. Está bien no esforzarte al máximo, no te sientas culpable de descansar.

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