Maternidad

Coronavirus e infancia: el reto de cuidar bien a nuestros niños

No son tiempos fáciles para los hogares, ninguno de ellos. Ni los más tradicionales, con padres y madres estresados entre trabajo remoto y tareas de colegio, ni aquellos que viven en situación de vulnerabilidad. Desde la Subsecretaría de la Niñez y la Defensoría de la Niñez, entregan consejos para cuidar la salud física y mental de todos los menores.

Entretenerles, educarles, alimentarles equilibradamente, ejercitarles, estimularles intelectual y creativamente, contenerles y mantener la sensación de cotidianidad. Por estos días, las madres y padres, pero sobre todo las mujeres, se están enfrentando a la exigencia de cumplir con labores domésticas, educacionales, recreativas y afectivas.

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El tener 24/7 a los y las menores en casa complejiza rutinas y, entre responsabilidades laborales y almuerzos, se cruzan ecuaciones matemáticas que no entendemos y constantes peticiones de atención para el ocio de parte de los más pequeños.

Entonces, ¿cómo no abrumarnos? “Es importante pedirle a los padres y madres que no se sobreexijan, porque eso descarga tensión en los niños. Los expertos aconsejan recordar que el rol de los y las adultas en la familia es dar amor, sentido de pertenencia, inculcar valores y entregar protección”, dice Carol Bown, subsecretaria de la Niñez, del departamento del Ministerio del Desarrollo Social.

La experta sostiene que intentar cumplir con todo es inviable. “Si los niños y niñas se aburren, si no aprenden demasiado o no alcanzan a hacer todas las tareas, no lo transformemos en algo tan grave. El ideal es avanzar lo más posible, pero no podemos sobreexigir a la familia con esa carga, que se puede traducir en un estrés o violencia. Los estudios se pueden recuperar, nos podemos poner al día, pero los quiebres familiares y los problemas de salud mentales que le podemos generar a una niña, niño o adolescente, es algo mucho más difícil de recomponer”.

Si los adultos estamos preocupados, los niños y niñas también podrían estar absorbiendo aquellas preocupaciones, lo que puede derivar en otro tipo de problemas. “Hay que entender que los menores pueden hacer cosas que antes no hacían, o viceversa. Los más chiquititos pueden volver atrás el control de esfínteres o, quizás, nos enfrentamos a hijos que usan las pantallas mucho más de lo que nos gustaría o de lo que normalmente permitimos. Hay que tratar de mantener una rutina, pero recordar que estamos en momentos especiales, que no es hora de empezar a crear hábitos estrictos o a restringir en exceso”, enfatiza la subsecretaria.

Impedir la violencia

La Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, coincide en que las consecuencias de la pandemia pueden ser ampliadas a la salud mental de toda la población y particularmente a los niños, sobre todo en el caso de quienes no tienen las condiciones ideales para realizar un confinamiento prolongado. “La posibilidad de que los niños, niñas y adolescentes sufran situaciones de ansiedad, angustia y estrés por estar encerrados, por no tener la interacción del colegio, y no tener el acceso a la distracción y el juego, es alta. Sumado a eso están las familias en situación de pobreza, con lugares cuya amplitud no permite realizar estas acciones al interior. Eso, obviamente, condiciona la salud mental y emocional de los menores y de manera muy importante”, destaca.

La vocera explica que todo lo que tenga que ver con un abordaje integrado de herramientas para las familias,  donde se fortalezcan las relaciones y el cuidado debido, la crianza protectora y no maltratadora es muy relevante. “Es central para poder evitar que, además de sufrir las consecuencias a la salud, no tengamos que conocer entre incremento de hechos de violencia sexual, física o sicológica”, declara.

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Es por eso la importancia que recae en el Estado para trabajar adecuadamente en la entrega de herramientas suficientes, “no sólo para niños y niñas, también para sus cuidadores directos, que deben saber enfrentar debidamente lo que involucra el confinamiento y la pandemia”.

Nuevos desafíos

La manera de educar a los niños cambió, al menos momentáneamente, y en esa línea las diferentes iniciativas impulsadas por organismos gubernamentales vienen a ayudar, en parte, a la dura labor de los padres. “Valoramos muchísimo las guías de Parentalidad Positiva que ha difundido el Senda (senda.gob.cl), que a pesar de ser un organismo cuyo eje central no es la infancia, ha dado a conocer el material”.

Sobre la nueva señal de televisión abierta que vendría a apoyar el aprendizaje de niños de entre 4 y 12 años, anunciado por las autoridades la semana pasada, Muñoz asegura que será un aporte. “Valoramos, también, el acuerdo que se generó entre Arcatel, Mineduc y el Consejo Nacional de Televisión para fortalecer el contenido de programas de televisión que entreguen educación y cultura, con una conducción que vaya fortaleciendo el aprendizaje significativo, entregando herramientas a sus cuidadores para favorecer los espacios que se creen”, nos cuenta respecto a TV Educa.

Situación de vulnerabilidad

¿Qué pasa con las y los niños que están en un hogar violento o residencias del Sename? Muñoz cree que la principal urgencia que enfrentan los menores chilenos en riesgo “tiene que ver, principalmente, con una falta de generación de acciones públicas que sean transversales, donde todos los organismos del Estado articulen medidas que sean suficientes para visibilizar a niños, niñas y adolescentes como un grupo particularmente vulnerable durante esta pandemia”, sentencia. Y agrega que, en relación a los centros de privación de libertad de adolescentes y los centros del Sename, “hemos dicho de manera persistente que siguen siendo lugares sin insumos sanitarios que permitan la higienización correspondiente para prevenir el contagio. Es de gravedad porque ellos son de exclusiva, privativa y primera responsabilidad del Estado de Chile, independiente de quién gobierne”, explica.

Según Carolina Bown, se están tomando todas las medidas para entregar a residencias públicas y privadas insumos de protección. “Ha sido difícil porque es complicado encontrar los insumos, pero estamos en eso. Los adultos mayores son prioridad, entonces se les entrega gran parte de la disponibilidad”, dice.

Además de insumos, “tenemos que estar conscientes de la necesidad de reforzar protocolos de atención e intervención para prevenir el contagio, porque un caso en este contexto reviste la posibilidad de crecer en términos exponenciales la cantidad de contagiados”, concluye la Defensora de la Niñez.

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