Si creciste entre los 80s y 90s seguro las tardes en las calles corriendo con tus amigos, los juegos en el parque, las carreras de bicicleta en la colonia y las caminatas de la escuela a la casa fueron parte de tu infancia.
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Para los que crecimos en esas décadas lo que nos asustaba era el «Robachicos», un personaje que como su nombre lo indica, robaba niños, ese era el mito con el que nuestros padres «nos asustaban». Nadie lo vio o supo de algún amiguito desaparecido por él. Esa realidad con la que crecimos y no es la que viven los niños ahora.
A partir del clima de violencia que se vive en México y otros lugares del mundo, los niños se quedaron en su casa, las tardes con los amigos jugando en las calles se volvieron impensables.
A raíz del feminicidio de la pequeña Fátima que conmovió a una nación, el protocolo emitido por la Secretaría de Educación Pública (SEP), para el cuidado de los niños, falló.
De acuerdo con Animal Político estas son las tres medidas que debían seguirse y forman parte del cuidado de las escuelas.
- Para entregar a alumno, se solicita credencial a las personas responsable. No se entrega a quienes estén en estado de embriaguez o inconveniente.
- Desde el inicio del ciclo escolar las padres son informados sobre esta medida y se les pide que respeten el horario de entrega. De no presentarse en horarios establecidos y con 20 minutos de tolerancia, se solicita apoyo para trasladar al niño a una agencia del Ministerio Público.
- Dependiendo del servicio educativo, si hay niños que regresen solos a casa, deben estar identificados y con credencial para ello.
¿Qué puedes hacer como mamá y papá?
Pídele que no se vaya con desconocidos. Parece obvio, pero es necesario que los pequeños tengan claro que tú no enviarías a ningún extraño por él. No importa los motivos, explícale que siempre hay alguien de confianza que lo recogerá.
Tengan una palabra clave. Muchos niños han salvado su vida por tener una frase o palabra clave con sus papás, tengan una que sólo ustedes conozcan y que pueda ser utilizada en momentos de emergencia, eso los hará sentir seguros.
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Créele siempre. Crea un ambiente de confianza con tus hijos. Recuérdales que te pueden contar lo que sea y siempre le vas a creer, se trata de consolidar relaciones con ellos y dejarles claro que tú siempre estarás ahí.
Háblale de tus actividades. Si tienes una agenda apretada, cuéntale a tus hijos, la información es poder y tu pequeño es muy inteligente y entenderá que quizás podrías tardar más de lo normal.