La primera tarea consiste en mantener la calma para darle consuelo al niño. Lo segundo, es identificar por qué llora. Decirle que todo estará bien es sumamente importante.
El cólico es una de las principales causas del llanto del lactante. A medida que lo vas conociendo, sabrás diferenciar cuándo se trata de hambre, sueño, necesidad de mimos y dolor en la barriga. Si el motivo es el último, puedes seguir estos tips:
Intenta sacar los gases
Cuando el bebé tiene gases acumulados, es muy fácil que aparezcan los cólicos. Si sucede, colócalo en forma vertical, con su cabeza acostada a tus hombros y dale suaves palmadas en la espalda para lograr expulsarlos.
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Masajes abdominales
Como mínimo, una vez al día el bebé debe evacuar. Cuando esto no pasa, tiende a sufrir de cólicos. Un masaje abdominal es maravilloso para estimularlos. Hazlo fácilmente:
Rocía un poco de loción o aceite de bebé en la zona abdominal.
Con los cuatro dedos (exceptuando el pulgar) presiona y realiza movimientos circulares a unos dos centímetros del ombligo, en el sentido de las agujas del reloj.
Repite el proceso varias veces para lograr la movilidad de los intestinos.
Una toalla o pañal de tela húmedo con agua tibia sobre la barriga es otra buena alternativa para aliviarlo.
Ejercicios con las piernas
Otra manera de ayudarle a sacar los gases o hacer pupú es acostándolo boca arriba, empujar sus piernas sobre el abdomen y estirarlas. Repite el proceso durante unos minutos.
Atiende las señales de alarma
Si el llanto de tu bebé no cesa, aunque hayas intentado de todo para consolarlo, lo indicado es que llames a su pediatra para recibir sus orientaciones.