Maternidad

Lactancia materna: la mejor opción para el bebé y el medio ambiente

Además de tener muchos beneficios para los bebés, la leche materna también ayuda a cuidar el entorno

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La lactancia materna tiene múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebé. Entre ellos, destaca la protección de enfermedades gracias a las inmunoglobulinas presentes en la leche materna, que confieren la primera inmunidad al lactante. También promueve el vínculo materno, y protege a las madres contra el cáncer de mama y de ovario. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres que no amamantan tienen un 4% más de riesgo de padecer cáncer de mama y 27% mayor de cáncer de ovario.

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Este año, el lema de la semana mundial de la lactancia Materna es: Empoderémonos ¡Hagamos posible la lactancia materna!. Este busca contribuir a la disminución de las brechas de equidad de género y aumentar las tasas de lactancia materna. Todo, con el fin de promover los beneficios del amamantamiento.

Lactancia y medio ambiente

Además de las ganancias mencionadas, es fundamental destacar las ventajas que tiene la lactancia materna para el medio ambiente. La leche materna es un alimento natural y renovable que no necesita envase. Se entrega directamente sin producir contaminación o desecho, y tampoco requiere de transporte ni combustible para prepararse. Esto significa un gran ahorro en términos medioambientales y económicos.

Para la fabricación de fórmulas lácteas infantiles, se requieren de muchos recursos naturales para su producción. Se ha estimado que se necesitan más de 4 mil litros de agua para producir 1 kilogramo de fórmula, además de plástico y otros materiales para su envasado. También se requiere de botellas (plásticas o de vidrio) y chupetes para entregarla al bebé.

Se estima que por cada millón de bebés alimentados en el mundo con fórmulas infantiles, se usan aproximadamente 150 millones de envases, los que en su mayoría no son reutilizados y terminan en vertederos o ríos, lagos y mares. Amamantar se traduce en una menor degradación y contaminación ambiental, por lo tanto, no solo aporta nutrición sino que también permite dejar un mundo más limpio para las nuevas generaciones.

Columna de Wilma Yunge, Jefe de carrera Nutrición y Dietética, Universidad Santo Tomás.

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