Enormes, así son las ventajas de amamantar, no solo para tu bebé, sino también para ti. Todo se traduce en salud física y emocional. Descubre 9 de las bondades.
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Para el lactante
Es útil desde el nacimiento
Reduce los niveles de hormonas del estrés del recién nacido, regula su temperatura, frecuencia cardiaca y respiratoria. Esto es determinante en para su evolución neuronal.
Nutre infinitamente
Pues contiene “proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales, vitaminas, hormonas y enzimas”, detalla la Unicef.
Inmunidad
Protege en la medida perfecta. Gracias a la leche materna, el bebé tiene anticuerpos que evitan enfermedades generadas por virus y bacterias. Por ejemplo: bronquitis, neumonía, diarrea, otitis, infecciones urinarias, alergias, diarreas y más.
Puede propiciar una mejor mordida
Estudios médicos demuestran que un alto porcentaje de los niños amamantados de manera exclusiva en sus primeros seis meses de vida tienden a no sufrir de dientes torcidos.
Encima, la lactancia disminuye la incidencia de presentar las caries de biberón.
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Fortalece lo emocional
Según la OMS, amamantar “es más que dar alimento”, pues proporciona “placer, amor y compañía”. El vínculo que surge entre la madre y su pequeño es sinónimo de seguridad, confianza y autoestima a largo plazo.
Para la amamantadora
Es una actividad adelgazante
Reduce el peso porque se queman calorías con la producción de leche materna.
Aminora el sangrado vaginal posparto
Previene padecimientos crónicos
La mujer que amamanta es menos vulnerable a padecer males como el cáncer de ovarios y mamas, osteoporosis, artritis reumatoidea e infarto de miocardio.
Más valor propio
Eleva el autoestima; la mujer se siente más empoderada, capaz de seguir dando vida a su bebé.