Lactancia materna: conoce las ventajas de la leche para los recién nacidos

Son ampliamente conocidos los beneficios que entrega la lactancia materna, tanto para la madre como para el recién nacido. Por este motivo, la ginecóloga de Clínica Indisa, Gissele Pérez, nos habla sobre algunas de las ventajas de este gran alimento y el riesgo de no consumirlo.

Beneficios de la leche materna para el recién nacido

Cuando es recién nacido

1. Aumento del sistema inmune: amamantar inmediatamente después del nacimiento es importante porque el sistema inmunitario de los recién nacidos aún no está del todo maduro.
2. Cifras mundiales: según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los bebés que no son amamantados durante el primer mes de vida tienen seis veces más probabilidades de morir en comparación con aquellos que sí lo son, ya que este alimento aporta todos los nutrientes que se requieren para un desarrollo sano.
3. Protección de males comunes: la leche es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger al lactante de enfermedades frecuentes, como la diarrea y la neumonía, que son las dos causas principales de mortalidad infantil en todo el mundo.

A largo plazo

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De acuerdo con las investigaciones, la leche materna contribuye a mantener una buena salud durante toda la vida. Los adultos que de pequeños tuvieron lactancia materna suelen tener:

1. Presión arterial más baja.
2. Menores cifras de colesterol.
3. Menores tasas de sobrepeso, obesidad y diabetes tipo 2. La lactancia materna prolongada puede reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad infantil en un 12%, lo que ayuda a combatir enfermedades crónicas graves asociadas con estas condiciones.

Otros datos indican que las personas que tuvieron lactancia materna obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia.

Beneficios de amamantar para la madre

1. Control natal: durante la lactancia materna exclusiva, se suele generar amenorrea, es decir, no se produce menstruación por ausencia de ovulación. Este es un método natural, aunque no totalmente seguro, de control de la natalidad.
2. Reducir el riesgo de cáncer de mama y ovario: las mujeres que no amamantan presentan un riesgo 4% más alto de padecer cáncer de mama y 27% mayor de cáncer de ovario. También, corren mayor peligro de padecer hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
3. Recuperar el peso: entregar leche al recién nacido ayuda a la madre a recuperar más rápidamente su peso anterior al embarazo.

Otros beneficios

1. Reduce los costos asociados con el cuidado de la salud: estudios de la OMS han demostrado que por cada mil bebés no amamantados, hubo 2.033 visitas adicionales al médico, 212 días de hospitalización adicionales y 609 recetas extra por solo tres enfermedades: infecciones del oído, respiratorias y gastrointestinales.
2. Ayuda en la protección del medioambiente: al ser un alimento natural y renovable, no necesita envase, transporte ni combustible para prepararse. A nivel mundial, por cada millón de bebés alimentados con leche artificial, se usan 150 millones de envases, de los que la mayoría termina en vertederos.
3. En términos macroeconómicos, a nivel de país, es capaz de reducir significativamente los costos en salud: por ejemplo, en Estados Unidos, si el 90% de las madres fuera capaz de amamantar durante al menos 1 año (se estima que actualmente lo hace solamente el 23%), se evitarían 17.400 millones de dólares de costos para la sociedad en muertes prematuras, 734 millones y 126 millones en costos directos e indirectos por morbilidad resultante del exceso de casos de cáncer de mama, hipertensión e infarto de miocardio.

Acople y su importancia durante la lactancia

Parte importante de este proceso, es generar un buen acople del bebé con el pecho de la madre. Cabe señalar que este tiene que ser sin dolor.

La Dra. Gissele Pérez explica que el acople espontáneo generalmente se logra mediante la posición biológica. Es decir, con la madre levemente recostada y el bebé encima. «El reflejo de búsqueda del pecho, presente durante el primer mes de vida, se activa en esta posición. Puede ser una gran estrategia en bebés con dificultad en el acople», detalla.

¿Cómo lograr un buen acople?

1. La madre se sitúa en la postura elegida, apoyando bien su espalda y pies. Lo más cómoda posible.
2. El bebé se sitúa con el cuerpo bien alineado junto a su madre.
3. Nunca el pecho debe de ir hacia el bebé, es el bebé el que va hacia el pecho.
4. Tomar al bebé con la palma apoyada en la zona de la nuca y dedo pulgar e índice, afirmando la cabeza desde la zona occipital. Antes de abrir la boca, sin necesidad de ladear, doblar o girar el cuello del bebé, el pezón debe estar frente a su nariz para lograr que el cuello quede híper extendido al momento del acople.
5. El pezón debe quedar apuntando al paladar del bebé.
6. Estimular al bebé a que abra la boca con la punta del pezón, moviéndolo desde su nariz hacia la boca.
7. Cuando abra la boca, acercar al bebé suavemente al pecho.
8. Los labios del recién nacido deben quedar como “boca de pez” y no debe doler.
9. El mentón puede quedar pegado al pecho y la nariz tocando el pecho o liberada.
10. La areola se debe ver lo menos posible, sobre todo por el lado del mentón del bebé

Lo que debes saber durante la lactancia

De acuerdo con la especialista, es frecuente que existan molestias durante los primeros días de lactancia. Sin embargo, sentir dolor no es normal y es siempre una alerta de que algo no anda bien. Es por esto que se debe derivar a la madre a un profesional capacitado para realizar una evaluación.

«Los problemas de lactancia son una urgencia que se debe solucionar a la brevedad posible, ya que pone en riesgo la instalación o mantención de la lactancia materna», explica Pérez. Este problema puede tener múltiples causas, pero la mayoría de las dificultades se pueden prevenir y mejorar mediante un acople correcto al pecho y optimizando el vaciamiento frecuente de las mamas.