Tuviste un bebé y te debates con tu pareja el hecho de dormir los tres juntos en la cama… pues no te angusties, esta práctica se llama colecho y la viven más parejas en el mundo de lo que crees.
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Mejor descanso y facilidad a la hora de amamantar son algunos de los beneficios que los nuevos padres encuentran en esta práctica que forma parte del modo crianza con amor.
Sobre el tema son muchas las opiniones, especialmente en el tiempo que el niño debe permanecer en el medio de la pareja, pero son solo opiniones, pues el tiempo y las edades no son iguales para todos, cada familia tiene su experiencia.
Para el pediatra Carlos González, autor de libros como Bésame mucho: cómo criar a tus hijos con amor y Comer, amar, mamar, sostiene que -así como, por motivos evolutivos, es normal que los bebés lloren cuando se quedan solos- también es «normal» que duerman acompañados de su madre o de sus padres. Aclara que «Cada familia hará lo que crea conveniente.”
Alerta
Algo que deben considerar los padres al momento de emplear el colecho es importante conocer que el niño está saludable pues en algunos casos se limita a no recomendarla ante ciertas circunstancias como lactantes a menores de tres meses, prematuridad o bajo peso al nacer, padres que consumen tabaco, alcohol o drogas, situaciones de mucho cansancio (como el inmediato posparto), sobre superficies blandas o no apropiadas (sillones, sofás, etc.) o camas compartidas con otras personas.
Lo que sí es cierto que esta práctica además de favorecer el descanso y la alimentación del bebé también favorece la conexión emocional del niño con los padres.
Cómo cerrar la etapa del colecho
Pues cuando la familia lo decida, explica la especialista en maternidad y crianza con apego Mónica Serrano que «el niño debe comenzar a dormir solo cuando esté preparado para ello». Para ella «el sueño es un proceso evolutivo, en el que están implicados factores fisiológicos, emocionales, sociales y culturales», y que conviene tener en cuenta todos estos aspectos al momento de tomar la decisión de dejar de colechar”.
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Sobre esta aspecto, la psicóloga Mariela Cacciola, también especializada en crianza respetuosa. Es posible dejar de colechar de un modo «natural», cuando el propio niño manifiesta su deseo de empezar a dormir en su propio cuarto, al igual que cuando expresa, a su manera, que ya no quiere ser amamantado.
Tener referencias de personas cercanas puede darte una idea de cómo hacer la práctica para recuerda que el modo, el tiempo y la forma dependerán de una decisión de pareja, de una decisión en familia.