Un inusual y violento acto de protesta laboral ocurrido en Turquía ha captado la atención internacional, luego de que un trabajador destruyera varios camiones de la empresa para la que laboraba como respuesta al atraso prolongado en el pago de su salario.
El hecho se registró el 24 de diciembre, en plena víspera navideña, dentro de las instalaciones de una compañía dedicada a trabajos camineros.
Según información preliminar, el empleado llevaba al menos cuatro meses sin recibir su sueldo y tampoco había sido beneficiado con el pago del bono de fin de año, una prestación habitual en el país.
Ante esta situación, el trabajador decidió tomar una retroexcavadora, maquinaria que utilizaba de manera cotidiana en sus labores, y arremeter contra varios camiones de la empresa, causando graves daños materiales.
Videos muestran la destrucción de los vehículos
Imágenes que circularon rápidamente en redes sociales evidencian el momento en que la retroexcavadora impacta de forma reiterada contra los camiones estacionados. Los golpes destrozaron carrocerías, parabrisas y, en algunos casos, provocaron daños en los motores.
A pesar de la magnitud del ataque, no se reportaron personas heridas.
Las autoridades locales acudieron al sitio tras recibir alertas del incidente y procedieron a detener al trabajador en el lugar de los hechos, sin que se registraran enfrentamientos adicionales.
Daños millonarios y posibles cargos penales
Aunque la empresa afectada no ha confirmado cifras oficiales, fuentes cercanas al caso estiman que los daños materiales ascienden a miles de dólares. La investigación continúa para determinar la magnitud exacta de las pérdidas y si existió premeditación en el acto.
Expertos en derecho penal turco señalan que este tipo de acciones podría ser tipificado como delito contra la propiedad, contemplado en el artículo 151 del Código Penal de Turquía, que establece penas de entre uno y tres años de prisión, dependiendo de la gravedad del daño ocasionado.
Contexto económico agrava conflictos laborales
El incidente no ocurre en un vacío. Turquía atraviesa desde hace varios años una compleja situación económica marcada por una inflación elevada, que en periodos recientes ha superado el 50 % anual, según datos del Instituto de Estadística Turco (TÜİK).
Este escenario ha golpeado con fuerza el poder adquisitivo de los trabajadores.
La combinación de inflación, devaluación de la lira turca y secuelas económicas de la pandemia ha generado un aumento en los conflictos laborales, especialmente en sectores como la construcción, el transporte y la infraestructura.
Denuncias por atrasos salariales en aumento
De acuerdo con reportes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), durante 2025 miles de empleados en Turquía han denunciado incumplimientos en el pago de salarios y beneficios laborales.
Estas irregularidades han derivado en protestas, paralizaciones y acciones legales contra empleadores.
Organizaciones sindicales como Türk-İş han advertido que los retrasos salariales se han convertido en una problemática recurrente y han exigido al Gobierno reformas que refuercen la protección de los derechos de los trabajadores.
El bono de fin de año, conocido localmente como “yılbaşı ikramiyesi”, es una expectativa común en muchos contratos laborales turcos.
Aunque no siempre es obligatorio por ley, su incumplimiento ha generado malestar y protestas en años anteriores, especialmente en un contexto de dificultades económicas.
Si se comprueba que la empresa incumplió con el pago oportuno de salarios, también podría enfrentar sanciones bajo la Ley Laboral N.º 4857, que obliga a los empleadores a cumplir con sus obligaciones económicas hacia los trabajadores.
Tensiones en un periodo tradicionalmente festivo
Aunque Turquía es un país de mayoría musulmana y la celebración principal es el Año Nuevo, la Navidad también es observada por comunidades cristianas y trabajadores migrantes.
En ese marco, el incidente ha puesto en evidencia las tensiones sociales y económicas que persisten incluso en fechas asociadas a la celebración y el descanso.
Investigación en curso y silencio de las partes
Fuentes policiales confirmaron que la investigación sigue abierta y no se descarta la formulación de cargos adicionales si se demuestra que el acto fue planificado. Hasta el momento, ni la empresa ni el trabajador detenido han emitido declaraciones oficiales, mientras se espera nueva información en las próximas horas.