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Quito despierta para sus fiestas: así vivimos el Te Deum y el embanderamiento de las Fiestas 2025

La capital celebró con entusiasmo sus 491 años: el 19 con el Te Deum en la Basílica de La Merced; y el 20 con el tradicional embanderamiento desde el bulevar de la 24 de Mayo hasta la Plaza Grande.

El tradicional Te Deum para dar inicio a las fiestas de Quito
El tradicional Te Deum para dar inicio a las fiestas de Quito

Quito vibra, canta y se abraza una vez más para celebrar sus queridas Fiestas de Quito 2025, una temporada donde la ciudad se llena de música, colores, tradiciones, memorias y alegría compartida. Es ese momento mágico del año en que los barrios se despiertan con banda, los balcones lucen sus mejores galas y la capital entera se siente más viva que nunca. Entre historia, cultura, fe y participación ciudadana, la ciudad inaugura oficialmente un nuevo ciclo festivo que promete unión, emoción y orgullo quiteño en cada rincón.

Fe, gratitud y tradición: el Te Deum del 19 de noviembre

Tres días después, el 19 de noviembre, la Basílica de Nuestra Señora de la Merced se llenó de solemnidad y alegría para el tradicional Te Deum, la ceremonia de acción de gracias que marca el inicio espiritual de las Fiestas de Quito.

El tradicional Te Deum para dar inicio a las fiestas de Quito
El tradicional Te Deum para dar inicio a las fiestas de Quito (MARCO SALGADO)

Autoridades municipales, estudiantes con bastones ornamentales, bandas estudiantiles y devotos caminaron en procesión mientras las notas de coros y música religiosa elevaban la gratitud al cielo quiteño. Presidido por el arzobispo Monseñor Alfredo Espinosa, el Te Deum fue un momento íntimo y grandioso al mismo tiempo: Quito reconoció sus raíces, su historia y su sentido de pertenencia.

Al terminar, la Banda Municipal interpretó el Himno Nacional, y luego las autoridades y asistentes caminaron por la calle Chile hasta el Palacio Municipal. Para cerrar con broche de oro, se improvisó un pequeños festejo al ritmo del “Chulla Quiteño”: una mezcla perfecta de espiritualidad y alegría popular.


Orgullo y color en las calles: embanderamiento el 20 de noviembre

Y así, con el corazón aún vibrando por el Te Deum, llegó la mañana del 20 de noviembre, otro momento simbólico de estas fiestas: el embanderamiento de la ciudad. Un desfile cívico-participativo en el que estudiantes de unidades educativas municipales recorrieron desde el bulevar de la 24 de Mayo hasta la majestuosa Plaza Grande, ondeando banderas y llenando el centro histórico de color y emoción.

Muchos niños y niñas ondeaban banderines con orgullo, mientras maestros y representantes institucionales acompañaban en una procesión respetuosa, alegre y llena de sentido patriótico. Este saludo a la ciudad no es solo un acto protocolario: es un gesto de amor colectivo, de reconocimiento a Quito como hogar común, como espacio de historia compartida.

El embanderamiento reivindica las tradiciones cívicas quiteñas y motiva a habitantes y visitantes a sentirse parte de algo más grande: la celebración de una identidad que trasciende edades y barrios.

Cada uno de estos momentos —el Te Deum y el embanderamiento— refleja una cara distinta de las Fiestas de Quito: el compromiso ciudadano, la espiritualidad comunitaria y el orgullo cívico. Juntos, dibujan el inicio de una celebración que no solo honra el pasado de esta ciudad, sino que reafirma su presente vibrante y esperanzador.

Porque al fin y al cabo, Quito no solo se celebra: se vive.

       

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