Una tragedia conmociona a Azerbaiyán y ha generado una ola de indignación en redes sociales. Lyaman Mammadli, una joven de 26 años, fue hallada sin vida un día después de su boda, luego de haber sido humillada por la familia de su esposo debido al vestido que usó durante la ceremonia.
De acuerdo con medios internacionales, la joven se quitó la vida tras soportar críticas y agresiones verbales por parte de los familiares del novio, quienes la acusaron de haberlos “deshonrado” por lucir “demasiado descubierta” ante los invitados.
“Era un vestido normal”, dijo su padre
El padre de Lyaman, Bayramov, desmintió versiones que afirmaban que su hija había sido obligada a casarse. Explicó que ella eligió libremente su vestido de boda y que se mostraba feliz por iniciar una nueva etapa de vida.
“Era un vestido normal, de los que muchas novias usan. Pero la familia del novio lo consideró inmoral. No dejaron de insultarla, incluso al día siguiente del casamiento”, declaró el padre a medios locales.
Según los reportes, la discusión se tornó violenta cuando las familias se reunieron nuevamente tras la boda. En medio de gritos y recriminaciones, la joven —en un momento de desesperación— decidió acabar con su vida.
Investigación por incitación al suicidio
Las autoridades de Azerbaiyán confirmaron que se abrió una investigación penal para determinar si existieron presiones, acoso o violencia psicológica que habrían contribuido al desenlace fatal.De comprobarse, los familiares del esposo podrían enfrentar cargos por incitar al suicidio, según el Código Penal del país.
El caso ha desatado una intensa discusión en redes sociales y foros internacionales sobre la presión social y moral que aún enfrentan las mujeres en sociedades conservadoras. Miles de usuarios han compartido mensajes con el hashtag #JusticeForLyaman, exigiendo sanciones y una revisión de las normas que perpetúan el control sobre las decisiones femeninas.
Padre exige justicia
El padre de la víctima afirmó que su hija era “una joven alegre, trabajadora y sin antecedentes de depresión”.
“Solo quería celebrar su boda y empezar una nueva vida. Nunca imaginó que algo tan simple como un vestido la pondría en el centro de una humillación tan cruel”, lamentó.
Durante el funeral, el padre expulsó al esposo y a sus familiares, a quienes responsabiliza directamente de la tragedia.
Azerbaiyán, país de mayoría musulmana, combina costumbres religiosas con un estilo de vida moderno, pero en varias regiones persisten normas sociales estrictas hacia las mujeres. Activistas locales y organizaciones de derechos humanos piden que el caso marque un precedente legal contra la violencia simbólica y psicológica que afecta a muchas jóvenes en la región.

