En medio del caos y la fragilidad que puede traer la vida, hay historias que devuelven la fe en el amor. La de Jéssica Martendal de Souza y Raphael, una pareja brasileña que hoy vive en Estados Unidos, es una de ellas.
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Tras un grave accidente que le borró la memoria a él, ambos tuvieron que reconstruir desde cero una relación que ya había pasado por años de complicidad, planes y sueños compartidos. Y lo más increíble, Raphael volvió a enamorarse de su esposa, sin recordar su pasado juntos.
De la secundaria al amor adulto
Jéssica y Raphael se conocieron en 2009, cuando cursaban el tercer año de secundaria en Brasil. Sin embargo el destino los volvió a reunir en 2013 y esta vez el vínculo fue inmediato.
“En menos de seis meses me pidió matrimonio, y tres meses después ya estábamos viviendo juntos en otra ciudad”, cuenta Jéssica.
En 2018, la pareja decidió mudarse a Estados Unidos, donde construyeron una vida estable, marcada por el trabajo, los proyectos en común y una rutina tranquila.
El accidente que cambió todo
El 23 de noviembre de 2022, víspera del Día de Acción de Gracias, parecía un día cualquiera. Raphael había regresado temprano del trabajo y le envió un mensaje a su esposa: “Cariño, ya llegué, llegué temprano. ”Minutos después, salió a pasear a sus perros. En ese trayecto, un conductor que manejaba a exceso de velocidad lo atropelló al cruzar un paso peatonal cerca de su casa.
Uno de los animales murió en el acto, y Raphael quedó inconsciente. Según el reporte policial, el impacto ocurrió poco antes de las 5 de la tarde.
Cuando Jéssica regresó, encontró la zona acordonada por patrullas y ambulancias. “Nunca pensé que esas sirenas eran por algo tan cerca de mí”, recuerda. Su esposo había sido trasladado en helicóptero al hospital más cercano. Los médicos informaron que su estado era crítico, pues sufría un traumatismo craneoencefálico severo.
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Despertar sin recuerdos
Días después, Raphael despertó, pero no reconocía a su esposa.
“No recordaba nada de nuestra vida juntos. Me veía y pensaba que era una enfermera”, cuenta Jéssica.
El accidente borró todos los recuerdos de su vida adulta; solo conservaba fragmentos de su infancia. Durante meses, no podía retener nueva información.
“Cada día era como el primero. Hacía las mismas preguntas, olvidaba los nombres… pero yo solo agradecía que estuviera vivo”, dice ella.
Después de pasar 30 días en cuidados intensivos y 43 hospitalizado, Raphael comenzó un largo proceso de rehabilitación física y cognitiva. Aunque no pudo volver a trabajar por las secuelas, recuperó su autonomía con terapias y apoyo constante.
Un amor reconstruido paso a paso
Con el tiempo, Jéssica comprendió que debía dejar atrás la nostalgia. “El Rapha de antes ya no está. Lo extraño, pero aprendí a amar al Rapha de ahora”, reflexiona.
En lugar de mostrarle fotos antiguas o forzarlo a recordar, decidió crear nuevos recuerdos junto a él.
“Se frustraba cuando no podía recordar, así que preferí enseñarle a disfrutar lo que tenemos hoy”, confiesa.
Tres años después del accidente, la pareja mantiene una relación renovada, llena de paciencia, ternura y aceptación.
“Él dice que se enamoró de mí otra vez, y yo aprendí a amarlo de nuevo”, relata con emoción.
Un nuevo comienzo
El 2 de diciembre de 2023, justo un año después del accidente, se casaron nuevamente. Hoy, cada pequeño logro es motivo de celebración.
“Hace poco lloró de emoción porque logró aplicarse la espuma de afeitar con su mano derecha, que aún tiene limitada. Esos momentos valen más que cualquier plan”, cuenta.
Ambos viven con una nueva filosofía, no mirar atrás ni adelantar el reloj.