Desde pequeña, Melany Aguirre tuvo una fascinación especial por el mundo automotriz, una pasión que compartía con su padre y su hermano. “De hecho, si yo pudiera ser piloto de Fórmula 1, me encantaría”, nos confiesa con una sonrisa.
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Estudió Publicidad y Marketing, luego hizo un MBA, y su camino profesional la llevó por agencias de publicidad y empresas de turismo, siempre con la claridad de querer trabajar desde el lado del cliente, donde la estrategia y la concepción de las ideas toman forma.
Fue así como, hace 16 años, ingresó a una reconocida compañía automotriz, donde ascendió de Jefa de Marketing a Subgerente y Gerente, manejando marcas muy importantes.
Su trayectoria le permitió crecer personal y profesionalmente, manejando la parte integral del marketing, desde el producto y el precio hasta la negociación con las marcas de origen y la concepción de la comunicación.
“Fue una experiencia bellísima porque logramos hacer un proceso de construcción de marca hermoso, misma que llegó a ser uno de los mejores posicionamientos a nivel nacional”, nos cuenta con orgullo.
Tras una reestructuración en 2019, Melany vivió un proceso de outplacement que la ayudó a reposicionar su perfil y a construir su marca personal, algo que, admite, no había hecho antes.
Esta etapa la llevó a explorar otros sectores, como el transporte vertical (ascensores y escaleras eléctricas) y el apoyo en programas de migración a Canadá, donde aplicó su experiencia en marketing para proyectos estratégicos y la generación de interés. Pero el llamado del sector automotriz, su pasión de siempre, fue más fuerte.
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El gran salto: Liderazgo integral en Ford
Hace unos meses, Melany regresó a Ford a través de Quito Motors como Gerente de Marketing para la Sierra y Amazonía, y poco después, se le propuso un reto aún mayor: asumir también la Gerencia Comercial. “Es un reto enorme, porque tienes que manejar, digamos que de alguna forma tienes que ser juez y parte, porque necesitamos hacer crecer mucho las ventas”, explica.
Para ella, el desafío más grande es aprender a manejar los equipos comerciales, el corazón del negocio, donde la interacción diaria con el cliente es clave. “Ahí es donde tenemos que asegurarnos que te den la información correcta, que te den un servicio de excelencia, que sean absolutamente cordiales, que vendan muy bien la marca”, enfatiza.
Su enfoque ahora está en capacitar a los equipos no solo en producto o estrategias de venta, sino también en servicio al cliente e imagen personal para asegurar una venta exitosa.
Mujeres al volante del cambio
En un sector que tradicionalmente ha sido de hombres, Melany celebra la creciente presencia femenina. Aunque su equipo directo es mayoritariamente masculino, muchas de las gerentes de agencia o de unidad de negocio de Quito Motors son mujeres. “Es muy lindo ver que ellas van haciendo este liderazgo diferente en sus equipos”, comenta.
Destaca la capacidad de las mujeres para ser más organizadas, atentas a los detalles, con una energía más “maternal” si se quiere, pero igualmente exigentes en resultados.
“Hoy ves incluso en las reuniones de la AADE (Asociación Automotriz del Ecuador), ya ves súper equilibrado, ya ves muchas mujeres en gerencias, en jefaturas de marketing”, menciona.
Un dato que la llena de orgullo es que en Quito Motors hay mujeres altamente capacitadas trabajando en talleres como asesoras técnicas, rompiendo barreras en áreas antes impensables para nosotras.
La pasión: El secreto del liderazgo femenino
Cuando le preguntamos sobre su secreto para el éxito y para posicionar la marca, Melany no duda: “Manejar las cosas con mucha pasión. Es el ponerle pasión a todo lo que haces en tu día a día, porque eso es lo que va haciendo una diferenciación”. Para ella, la pasión genera innovación continua y una propuesta de valor única que hace que la gente piense en Ford y en Quito Motors.
Y hablando de la mujer, Melany confirma lo que ya sabemos: las mujeres tienen un papel fundamental, casi el 50% o más, en la decisión de compra de un vehículo. Mientras el hombre se enfoca más en la potencia y el diseño, la mujer valora la seguridad, el confort y aspectos más racionales. “Hoy por hoy, la mujer tiene una opinión muy importante en el sector y en la compra de vehículos”, afirma con convicción.
El equilibrio de una mujer multitasking
Como madre soltera de una hija con capacidades especiales, ella señala que tiene grandes retos. Sin embargo, destaca que cuenta con un pilar fundamental: su madre, quien la ayuda muchísimo con el cuidado de su hija, permitiéndole manejar un trabajo demandante. “En las noches, fines de semana, yo trato de pasar muchísimo con ella y tenemos un vínculo súper especial”, comparte.
Su filosofía de vida es clara: “Si tú estás bien como ser humano, como mujer, todo lo demás, tu trabajo, tu vida profesional va a funcionar perfecto, porque tiene que haber un equilibrio perfecto ahí”.
Para las mujeres jóvenes que dudan en dar el paso hacia grandes retos profesionales, Melany tiene un mensaje poderoso: “Que sigan adelante, que de verdad las mujeres tenemos esta facilidad de ser multitasking.
Entonces creo que somos perfectas para ser mamás, para ser novias o esposas, o si simplemente no queremos ser mamás, ni novias, ni esposas, pero para tener una vida y también destacar en cualquier cosa que hacemos”. Invita a lanzarnos, emprender y disfrutar el camino de crecimiento, porque “todas podemos”.