Impactante video de un hombre que golpea a una jueza por negarle la libertad condicional

Las cortes judiciales siempre son escenarios de cuidado por múltiples motivos. Es un espacio donde se discuten casos legales que repercuten en víctimas y victimarios que pueden tener reacciones inesperadas, tras el dictamen de los jueces, y de allí, la importancia de doblar la seguridad.

El caso que ocupa estas líneas demuestra que en una corte, todo puede pasar. En las redes es viral el video de un hombre que atacó a una jueza en pleno tribunal, mientras ella leía el fallo con el que le negaba la libertad condicional.

La Razón informó que el detenido fue identificado como Deobra Redden, de 30 años, quien atacó a la jueza Mary Kay Holthus, del distrito del condado de Clark en Las Vegas.

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En la grabación que se extendió a través de distintos usuarios en las redes sociales, se observa cómo todo está tranquilo en la audiencia. El sujeto empieza a mirar a los lados, como evaluando el territorio para actuar, pero nadie se percata de sus intenciones. Frente a él, estaba la jueza en su estrado, leyendo el dictamen.

La tranquilidad se transformó de repente en un caos, cuando Redden corrió y saltó el estrado, abalanzándose sobre la jueza. “Que jodan a esa perra”, gritó el hombre antes lanzarse sobre la mujer, a quien derribó al piso. Inmediatamente, el personal que estaba alrededor se le fue encima para apartarlo de ella.

A pesar de que varios hombres forcejeaban con el detenido, no podían con él. Lograron apartar a la jueza, pero él sujeto seguía alterado golpeando a los alguaciles. Finalmente, pudieron someterlo, mientras una alarma sonaba alertando sobre la emergencia.

Llevados al hospital

El citado medio notificó que la jueza sólo resultó con heridas menores, al igual que el alguacil, a quien llevaron al hospital.

El caso demuestra que nunca hay que bajar la guardia cuando se trata con presos, principalmente cuando tienen antecedentes penales, tal como los tiene Redden, porque nunca se sabe la reacción que puedan tener.

Llama la atención que el detenido no tenía las esposas puestas, sino que sus manos estaban libres, lo que le dio la facilidad de arremeter contra quien él quisiera. Muchos se preguntan por qué no le colocaron esposas.