Ana María llegó a la casa de una gran amiga para charlar un rato, pero allí se encontraba otra persona que, al presentarlas y tomar su mano, le dijo que junto a ella había alguien que la protegía.
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La joven se sintió como extraña porque con ella no estaba nadie. Lo cierto es que esta persona continuó diciendo cosas y hablando de los ancestros de Ana María hasta que su amiga le aclaró que quien le hablaba era una vidente.
La palabra vidente se refiere a las personas que poseen la capacidad extrasensorial de la videncia, que les permite develar lo incierto o predecir el futuro.
El origen de la palabra deriva del latín videntis, participio presente de ver en esta misma lengua.
El don de la clarividencia permite al iluminado ver más allá, pero esto no solo se refiere al sentido de la vista o imágenes, sino también a sonidos, así como experiencias, información o conocimientos ocultos para la mayoría de las personas.
A pesar de no ser una habilidad acreditada en el área científica, la existencia de las dotes de los videntes ha sido afirmada, practicada y experimentada desde hace cientos de años atrás y por millones de personas hasta la actualidad.
¿Un don natural?
Los videntes son personas que tienen la capacidad especial para prever e interpretar acontecimientos futuros y tiene como objetivo ofrecer la posibilidad de cambiar lo negativo antes de que acontezca.
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Pero hay que dejar claro que la clarividencia es la facultad especial con la que cuentan estos especialistas de la adivinación, no obstante, no está funcionando todo el tiempo.
Estas personas desarrollan al máximo las percepciones extrasensoriales y trabajan en su capacidad para perfeccionar su adivinación, saber interpretar mejor las señales, ver con mayor claridad, detalle y cantidad cualquier circunstancia.
Según los expertos, el don de la adivinación se puede manifestar en edades tempranas, pero es con entrenamiento y con constancia con lo que se consigue trabajar cualquier plano mental que ayude a hacer revelaciones de futuro, o incluso del presente o el pasado.
Escuchar voces, ver visiones
Desde visiones o ver una imagen fotográfica que dura apenas unos segundos, hasta escuchar voces o dejar la mente en blanco para ver claramente la respuesta a una pregunta o situación pasada, presente o futura, el fenómeno de la clarividencia tiene diferentes maneras de manifestarse.
Una persona vidente profesional no se resiste a esta revelación, sino que va adoptando técnicas que le permitan sacarle provecho a este arte, como el tarot para convertirse en una tarotista buena en la que confiar.
Los cuerpos de seguridad especializados en investigaciones, muchas veces los usan para ubicar personas secuestradas o desaparecidas.
Tipos de videntes
Según el portal UnComo, las capacidades personales de cada vidente y la manera de manifestarse la clarividencia en cada uno de ellos, los distinguen en varios tipos:
- Sensoriales: perciben a través de los sentidos, principalmente tacto y oído.
- Táctiles: los que necesitan estar en contacto con algún objeto para recibir cualquier manifestación.
- Cognitivos: son aquellos que perciben los acontecimientos antes que sucedan.
- Criptoscópicos: perciben más allá de lo físico y pueden ver lugares lejanos o que parecen inaccesibles.
- Involuntarios: no saben cuál es el origen de sus visiones ni pueden controlarlas.