Las relaciones madre e hija pueden tener momentos muy complicados, pues se trata de un vínculo que requieren enseñanzas constantes, pero también una confianza que e indispensable.
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Esto puede parecer difícil de lograr, pero lo importante es que tratemos de mantener algunos hábitos y experiencia con nuestras hijas para así tener siempre una excelente relación.
¿Cómo podemos lograr esto? Lo importante en estos casos es que mantengamos la comunicación siempre abierta y entender que las adolescentes ya empiezan a establecer sus propias perspectivas del mundo, de manera que es necesaria que cualquier orientación también venga acompañada de la compresión y la empatía.
A veces puede ser complicado comprender las perspectivas de los adolescentes, pero debes recordar que aquello que para ti es insignificante, puede ser trascendental para ellos debido a las nuevas experiencias y emociones que están viviendo.
Existen algunos tips que pueden ser de ayuda para tener una relación sana y llena de confianza con tu hija adolescente, ya que esto te traerá los mejores beneficios en la familia.
Logra una buena relación con tu hija adolescente
Aprende a escuchar
Es muy importante que cuando quiera contarte algo, tú le des el espacio necesario para que se exprese. No minimices lo que te está contando y responde sus preguntas al respecto.
Esto le hará entender que sus perspectivas son valiosas.
Enséñale a tomar buenas decisiones
Cuando se enfrente a alguna situación complicada para ella, es importante que estés ahí y hacerle las preguntas adecuadas.
¿Cuál es el camino correcto?, ¿qué consecuencias pueden surgir después de tomar tu decisión?, ¿está acción lastimarnos a alguien?, todas estas preguntas son una guía para orientar su reflexión en la toma de decisiones.
Muéstrale tu apoyo
No dejes de estar con ella en ningún momento sin invadir su espacio. Aunque sea un momento complicado, hazle saber que estás para ella.
Aunque a veces no quiera tu compañía, tu disposición de estar para cuando lo necesite y significa algo muy valioso.
Cuando sea necesaria una lección, explícale las razones
Llamar su atención, aplicar un castigo o explicarle por qué se equivocó en algo no sólo debes señalar sus fallas, sino invitarla a reflexionar sobre ella y los aprendizajes que estos errores dejan.
Acompáñala en sus emociones
Recuerda que lo que parece insignificante para ti puede ser esencial para ella, de modo que no debes subestimar lo que siente o le afecta. Acompáñala y hazle saber que eres su apoyo.