La comunidad turística Puntacana Resort & Club, provincia de La Altagracia, cuenta con 6.070 hectáreas que le permiten disfrutar de diversos planes de la Fundación Grupo Puntacana, The Westin, La Cana Golf & Beach Club, entre otros.
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Reserva Ecológica Ojos Indígenas
Se trata de una área protegida de más de 600 hectáreas donde en su interior guarda túneles verdes que conducen a 12 lagunas, llamadas “ojos” por los taínos. Allí se puede hacer senderismo por los manglares y ríos subterráneos. Durante la caminata se puede apreciar gran cantidad de lagartos y aves típicas de la zona. Se calcula que la reserva es hogar de más de 500 especies de plantas.
Visitar los programas sostenibles
La Fundación Grupo PuntaCana le permite descubrir todos sus proyectos medioambientales, como el Centro de Sustentabilidad, dentro de los que se destacan su apiario, de donde extraen la premiada “Puntacana Forest Honey”. También cuentan con un huerto orgánico para suplir a sus restaurantes y en el Centro de investigación marino, pionero y referente en el Caribe, donde con sus jardinerías de corales, han restaurado hasta el momento más de 5 km de tejido en el mar.
Tour gastronómico
Ananí, Playa Blanca, Brassa Grill & Bar, La Yola y Bamboo, son algunos de los más reconocidos restaurantes en donde podrá deleitar platos típicos, cocina de autor y orgánica, elaborada con productos frescos del huerto.
Six Senses Spa
Este es uno de los spa reconocidos mundialmente, está situado en La Cana Golf & Beach Club, donde cuenta con espacios para tratamientos combinados que han sido definidos como intuitivos de ciencia y conciencia humana, donde la mezcla de tecnología de vanguardia y el uso de productos elaborados con plantas define un servicio que se crea específicamente para cada individuo.
Golf en ‘La Cana’
Este campo compuesto por 27 hoyos es reconocido por sus prácticas respetuosas con el medio ambiente para mantenerlo, el uso de lombrices de un cultivo permite que la tierra se mantenga sin el uso de químicos. El lugar es sede del PGA Tour, con 18 hoyos a lo largo del océano que culminan en espectaculares vistas al acantilado y su famoso hoyo 18, el ‘codo del diablo’.
