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Las familias reclaman una mayor apuesta por la tecnología educativa en el regreso a las clases presenciales

Así se desprende del estudio de opinión realizado por Santillana Compartir entre más de 1.600 madres y padres latinoamericanos para conocer su experiencia en el proceso de aprendizaje de sus hijos durante la pandemia

Tras el impulso de la educación online durante estos meses de pandemia, las familias consideran que ha llegado el momento de que los centros educativos integren completamente la tecnología dentro de las aulas, según un informe realizado por Compartir, el ecosistema edTech de Santillana que ayuda a los colegios en su proceso de mejora y transformación educativa, y que cuenta con más de un millón de usuarios en su plataforma en toda Latinoamérica.

¿Qué resultados se ha obtenido de esta investigación?

El estudio se desarrolló en los meses de abril y mayo de 2021 entre familias de México, Colombia, Perú y Argentina usuarias de Compartir, mediante técnicas cualitativas y cuantitativas.

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El objetivo era explorar y conocer la experiencia de padres y madres durante la pandemia en dos ámbitos principales: el educativo y el social/familiar.

  1. Los encuestados valoran el esfuerzo de los centros educativos durante la educación a distancia, pero más de la mitad creen que ha llegado el momento de integrar, de manera cotidiana, la tecnología dentro del aula
  1. Consideran que, tras la pandemia, surge “un nuevo alumno” más autónomo, proactivo y con mayor sentido crítico
  1. Más del 60% de los consultados destacan, como punto positivo de la pandemia, el haber podido conocer mejor el proceso de enseñanza aprendizaje de sus hijos e hijas
  1. A la hora de elegir un centro educativo, tienen en cuenta factores como el proyecto educativo, los valores que se promueven o la proximidad al hogar
  1. Los participantes en el estudio destacan el proyecto Compartir como un aliado que ha permitido a sus hijos afrontar con facilidad y solvencia las clases a distancia

La educación en tiempos de la COVID-19

Desde un punto de vista educativo, la mayoría de los consultados señalan dos momentos muy diferenciados durante la pandemia:

  1. El inicio de la educación a distancia, marcado por el caos y la toma de decisiones precipitadas. Consideran que fue un proceso de adaptación “complejo y dificultoso”, tanto para ellos como para los centros educativos, debido a la falta de una cultura digital sólida.
  1. Una segunda etapa de mayor estabilidad y eficiencia en los procesos de enseñanza-aprendizaje, en la que se pone en valor el buen hacer por parte de los colegios. Las familias reconocen el esfuerzo de los profesores por reinventarse y por potenciar la comunicación directa con ellas

Ante la percepción de valor añadido, 3 de cada 5 familias señalan la necesidad básica de que los colegios y escuelas integren de manera cotidiana, normalizada e intensiva la tecnología en el día a día del aula, una vez se vuelva a la presencialidad plena.

De hecho, este estudio confirma que la tecnología ha sido un fenómeno clave durante la pandemia, debido al auge del teletrabajo y la educación a distancia, así como por su importancia en el ocio y la comunicación con familiares y amigos.

Criterios para elegir un centro educativo

El informe también indaga en el proceso de decisión que viven las familias a la hora de elegir un centro educativo para sus hijos.

La primera cuestión que deben valorar es si el centro educativo será público o privado. Las madres y padres consultados en el estudio, de estrato socioeconómico medio, tienden a centrarse en colegios privados. Dentro de esta oferta educativa, valoran las distintas opciones en función del “boca a boca” y, sobre todo, de la visita a los colegios, un hito clave en el proceso de selección.

De la oferta educativa, el aspecto más importante es, con diferencia, el proyecto y la metodología de enseñanza. Más de un 93% de las familias lo consideran el primer factor a considerar. También son destacables los resultados académicos (74%) y la apuesta por el inglés (48,3%).

Actitud y ocio durante la pandemia

Uno de cada cuatro encuestados reconoce que la pandemia de la COVID-19 ha supuesto un duro golpe en la economía familiar, ya sea por la pérdida de empleos o por un mayor número de gastos.

Desde un punto de vista emocional, el malestar parece generalizado. Un 46,6% de los consultados manifestó sentir “incertidumbre” en esta situación y un 45,5% se inclinó más por el “aislamiento”, al haber visto cómo la pandemia afectó a sus relaciones sociales. Además, un 43,3% aseguró haber desarrollado algún episodio de estrés o depresión.

Sin embargo, el tiempo de confinamiento ha sido percibido también como una oportunidad de reencuentro familiar: el ocio ha quedado relegado al plano del hogar y se han desarrollado distintas actividades en familia como cocinar, realizar ejercicio físico o hacer manualidades.

Los principales puntos positivos destacados de esta etapa han sido poder pasar más tiempo de calidad con los hijos (74,3%) y conocer mejor su proceso de enseñanza-aprendizaje (60,6%).

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