No es lo mismo hablar por videollamada con tu familia o tus amigos, que con tu jefe o con tus clientes. Además, nunca sabes cuándo alguien te puede hacer una captura de pantalla.
Gracias a las redes sociales puedes ver que hay usuarios que manejan con maestría la videollamada. Se podría decir que su encuadre parece de un profesional.
¿Cómo se consigue esto? Con estos trucos sencillos:
La luz
Siempre que sea posible, hazlas durante el día para aprovechar las horas de luz natural. Si no, asegúrate de tener una luz cerca y de frente a tu cara, a no ser que queramos crear imágenes lúgubres de película de suspenso.
El esquema sería: luz enfocándote + dispositivo con cámara hacia tu cara + tu cara mirando a la cámara.
Si tienes la luz detrás y frente a la cámara, provocaríamos un contraluz y solo se vería nuestra silueta .
Por último, mucho cuidado con la distancia a la que ponemos la luz y su intensidad. Si está muy cerca de nuestra cara o es demasiado fuerte, en la cámara aparecerán zonas en blanco.
Es llaman “quemado”. Busca el balance de la luz para que la cámara registre los colores lo más naturales posibles.
El encuadre
Si enfocamos nuestra cara desde abajo hacia arriba (contrapicado), estaremos dando mayor visibilidad a nuestra papada.
Si lo hacemos a la inversa, de arriba hacia abajo (picado), conseguiremos el perfecto encuadre de selfie, pero esto no es una selfie, es una videollamada.
Nuestra recomendación es crear un plano centrado y con la cámara a la altura de los ojos, frontal a tu cara.
El fondo
En el caso de que tu videollamada sea para una cuestión seria, como una reunión importante, quizá conviene buscar un fondo neutro (preferiblemente en tonos blancos) o que no distraiga demasiado la atención de lo que vamos a tratar.
Mucho cuidado con mostrar cosas de la casa que no queremos que vean: Un desorden, una montaña de ropa sucia o hasta el sanitario. Lo cual sería un error garrafal.
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