Los corales se están viendo cada vez más amenazados por el cambio climático y el calentamiento global. Si no se toman medidas correctivas y preventivas, los corales podrían desaparecer en el año 2100.
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Así lo afirmó una nueva investigación presentada en el evento Ocean Sciences Meeting 2020, encuentro que se llevó a cabo entre el 16 y 21 de febrero en San Diego, California, en Estados Unidos.
“Los científicos proyectan que del 70 al 90 por ciento de los arrecifes de coral desaparecerán en los próximos 20 años como resultado del cambio climático y la contaminación. Algunos grupos están intentando frenar esta disminución trasplantando corales vivos cultivados en un laboratorio a arrecifes moribundos. Proponen nuevos corales jóvenes que impulsarán la recuperación del arrecife y lo devolverán a un estado saludable”, reseñó al respecto el portal AGU, una asociación que promueve la investigación científica y la conservación de la Tierra.
Los corales de todo el mundo están en peligro
“Intentar limpiar las playas es genial e intentar combatir la contaminación es fantástico. Necesitamos continuar con esos esfuerzos”, dijo Setter. “Pero al final del día, luchar contra el cambio climático es realmente lo que debemos defender para proteger los corales y evitar estresores compuestos”, añadió.
Uno de los terribles sucesos que enfrenta el ecosistema marino en la actualidad es el blanqueamiento de corales.
El Fondo Mundial para la Naturaleza, conocido por sus siglas en inglés como WWF, explica en qué consiste este fenómeno.
“Los corales contienen algas microscópicas conocidas como zooxantelas que viven simbióticamente con ellos –es decir, dependen del otro–. Son las responsables de sus increíbles colores y son su principal alimento. Cuando los corales se ‘estresan’ –un fenómeno producido por el aumento de temperatura del océano, dado que solo pueden habitar en aguas de entre 18 y 30 grados Celsius– expulsan estas microalgas. Esto hace que los corales, al desnutrirse por periodos prolongados, mueran y dejen expuesto su esqueleto blanco”.
Este proceso poco a poco va acabando con los colares, desapareciendo su color y así su vida y su utilidad como hábitat para las criaturas marinas.