Llegaron las vacaciones y con ellas el deseo de salir, de cambiar de temperatura y ver caras nuevas. Pero, ¿qué pasa cuando la opción más viable para viajar es hacerlo por nuestra cuenta? El salir solas es una opción posible a la que cada vez más mujeres le pierden el miedo.
¿Por dónde empezar?
Mentalízate
Si nunca has viajado sola, todo este concepto pueda parecerte arriesgado. Según algunos portales de viajes y reservas hoteleras como Booking.com, la tendencia de mujeres que viajan solas está creciendo. Al menos nueve millones de mujeres estadounidenses hacen viajes transoceánicos por su cuenta cada año. Teniendo en cuenta que esto solo habla de un país, podemos afirmar que a nivel mundial las mujeres que viajan solas en realidad no están “solas” en su decisión, y tú podrías ser la siguiente. Todo será cuestión de actitud.
Organízate
Dicen que con un gran poder llega una gran responsabilidad. Por eso, si viajas sola, tienes la misión de darte gusto teniendo en cuenta las reglas básicas de juego. Planea tu viaje según tu presupuesto, el tiempo que tienes disponible y lo que se ajuste a tus metas de vacaciones. Parte de disfrutar de un viaje sola es hacerte cargo de tus necesidades y darte el lujo de ser tu única preocupación.
Cuídate
El descanso y la relajación vienen de la mano de la seguridad. Infórmate bien sobre los lugares que vas a visitar. Calles solitarias, lugares abandonados o muy oscuros no son una buena idea. Anota los números de emergencia locales y asegúrate de tener cómo llamar en caso de emergencia. Cuida tus objetos personales y no te excedas con la bebida si sales sola de fiesta. Aunque te encuentres al otro lado del mundo, mantén informados a tus seres queridos sobre tu paradero, y alértalos/as siempre que sospeches de una situación que pueda ponerte en riesgo. ¡La prevención es tu mejor aliada!
Libérate
Los prejuicios y la presión social te van a hacer dudar. Olvídate del “qué dirán”. Ve a ese restaurante de sushi y pide una mesa para uno, entra al cine y mira por fin esa película que tanto querías ver. Invítate a un desayuno delicioso y luego ve a esa exposición sobre la que leíste. Ponte tu vestido de baño y llévate a la playa el libro que no has podido terminar. Haz esa caminata en un destino tropical a la que tus amigas no quisieron ir. Las opciones son muchísimas.
Conócete
Viajar sola te va a enseñar mucho sobre ti misma. ¿A qué le temes? ¿De verdad ese deporte extremo daba tanto miedo como creías? Tendrás la oportunidad de saber qué cosas te gustan solo a ti, no a tu grupo de amigos o a tu pareja. Te darás cuenta de que eres más arriesgada y curiosa de lo que crees, y al final del día puedes dormir en hamacas bajo las estrellas o, tal vez, viendo una serie en un hotel cinco estrellas. En ese tiempo te reíste de tus propios chistes, o aprovechaste para meditar y sanar con esa conversación que tenías pendiente contigo misma. Lo cierto es que volverás a casa siendo una mujer nueva, una que disfruta su propia compañía y que, la verdad, ya está planeando su próxima aventura.
*Este artículo hace parte de la quinta edición de la revista Nueva Mujer Colombia.