Fin de la quincena
La mayoría de la gente no es muy buena ahorrando o manejando sus finanzas. Normalmente son pocos los que llegan tranquilos y a gusto a la quincena.
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Si eres de los que en los primeros días gastas sin medirte en lo absoluto, y después está llorando por la falta de presupuesto. Bueno, seguramente te sentirás muy reconocido en estos puntos.
1.-¡Adiós buen café!
O si tienes suerte comprarás de los que venden en la calle de a 8 o 12 pesos. Conforme van pasando los días, la calidad del café también va bajando.
Seguramente comienzas (solo el primer día) con uno de Starbucks, y terminas diciendo que no tienes antojo ya de café. ¿te ha pasado?

2.- No dejas de ver tu cuenta de banco.
Parece que esperas que entre más la veas, los números van a cambiar.
3.- Haces cuentas para todo.
Comienzas a sacar la libreta, y la pluma para las cuentas de absolutamente todo.

4.- Te vuelves experto en la administrar.
Cuando en los primeros días gastabas sin miedo a nada, en los últimos exprimes cada centavo.
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5.-Te preocupan los planes inesperados.
Tu peor enemigo son los planes del momento en donde tienes que gastar.

6.- La tarjeta de crédito es tu único aliado.
Adiós efectivo, hola a las deudas que seguramente te generarás.
7.- Y los tuppers tus mejores amigos.
Otro triste adiós, si no comes en tus tuppers, simplemente no hay comidas. En estos últimos días haces dieta de restaurantes.

8.- Tus estándares bajan demasiado.
Cuando antes querías «consentirte» porque lo «mereces demasiado». Ahora aceptas cualquier cosa que te saque del apuro.
9.- Tienes un nudo en el estómago.
Pensar en los pagos, las deudas y voltear a ver tu billetera te da dolor de estómago.

10.- Juras que no lo volverás a hacer.
Los últimos días de quincena juras que la siguiente te organizarás mejor, y es algo que nunca sucede.