Entrar a la cultura del reciclaje es una de las ideas que más ha cobrado fuerza durante el último tiempo. Distintas personas se han sumado a esta cruzada que, si bien resulta muy beneficiosa para el planeta, también tiene algunos detalles como en el caso de los envases, que no todos se pueden reciclar. Aquí te contaremos todo lo que necesitas saber sobre uno de los productos de más alto consumo: el yoghurt.
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Este alimento suele ser dispensado en envases de Poliestireno o PS (número 6), uno de los materiales más difíciles de reciclar debido a que solo puede ser trabajado si se encuentra libre de restos de comida. Si bien algunos puntos aceptan los potes, su reciclaje resulta muy difícil debido a las aplicaciones que poseen como tapas y etiquetas.
En el caso de las tapas, estas no se pueden reciclar. Las etiquetas, en tanto, se diferencian entre las que son pegadas al envase, y aquellas que se pueden desprender. Las primeras dañan el envase y lo hacen imposible de reciclar. Las segundas son fabricadas con Policloruro de vinilo o PVC (número 3), por lo que no se pueden reciclar, pero sí se pueden retirar para aprovechar el pote.
En el caso de las botellas de yoghurt, estas son fabricadas con Polietileno de alta densidad o PEAD (número 2), material que sí puede ser reciclado. Las tapas de estos productos también pueden ser recicladas, pero su etiqueta no.
¡Ojo!
Es importante que cada vez que compres un producto, te fijes en el tipo de plástico con que está fabricado. De esta manera, sabrás si se puede reciclar o no. También debes fijarte en las aplicaciones que contiene el producto, tales como tapas y etiquetas.
Para saber el tipo de plástico que se utilizó, basta con voltear el producto para ver el número correspondiente. En algunos casos, el número está impreso en la etiqueta. Por lo mismo, debes observar más detalladamente en caso de que no se encuentre en la base.