Las compras compulsivas se han convertido en un gran problema para el planeta, especialmente en lo que a ropa se refiere.
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Y es que por si no lo sabías, la industria textil es la segunda más contaminante del planeta, luego del petróleo.
Trasladar las prendas de un país a otro, genera un mayor uso de transporte, que se traduce en combustible, algo terriblemente contaminante para el ambiente, pues supone un incremento de la huella de carbono.
Además, los procesos de fabricación, teñido, confección y planchado también son grandes consumidores de energía.

Por otro lado, un 5% de las sustancias químicas que componen la ropa son dañinas para el medio ambiente, y se liberan en el proceso de fabricación, al lavar las prendas o cuando son depositadas en vertederos.
Si compras ropa también estás colaborando con una sobreexplotación del suelo, pues para la fabricación de las prendas se utilizan fibras naturales, como el algodón o el lino, lo que supone una sobreexplotación del suelo por el uso de fertilizantes, pesticidas, y otros productos químicos.
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En España se estima que alrededor de un 75% de la ropa que compramos acaba en un vertedero, sin recibir un tratamiento adecuado en una planta de gestión de residuos.
Cómo dejar de comprar ropa compulsivamente y ayudar al planeta
Reutiliza las prendas
Puedes comenzar a reducir la cantidad de ropa nueva que adquieres y reutilizar las que tienes dándoles un nuevo uso o valor.
Recicla usando contenedores específicos para ropa usada, gestionados por empresas u ONG reconocidas, o depositar esta ropa en los puntos limpios de tu ciudad, así colaboras a que la ropa no termine en un vertedero.
Intercambia ropa
Una opción para no comprar ropa es intercambiándola con amigas o familiares, así fomentas a que los demás tampoco compren, sino que tengan nuevas prendas utilizando este método que es bastante práctico y que seguro te funcionará.

Y si por ejemplo vas a una fiesta o reunión importante, podrías alquilar el vestido o la ropa que necesites para el momento.
Opta por comprar prendas en tiendas cercanas
Lo mejor que puedes hacer es optar por las prendas que son realizadas cerca de donde vives, y no en países lejanos, para reducir así las emisiones de CO2 que genera su transporte.
Fíjate en la composición de las prendas
Fíjate en la información que aparece en la etiqueta de la ropa, las fibras más aconsejadas y que causan menos impacto en el ambiente son el algodón, nailon o políester reciclado, cáñamo o lino, pues provienen de la agricultura ecológica.