La rara enfermedad se diagnostica un caso de cada millón, porque lo que a Megan Firth le impide vivir como todo el mundo y hacer lo que quiere.
Una joven de 18 años, de nombre Megan Firth, y residente en Oxfordshire (Reino Unido), se pasa la mayor parte del día durmiendo debido a una rara afección conocida como síndrome de Kleine-Levin o, más popularmente, de la bella durmiente.
De manera insólita y para el asombro de muchos, la estudiante de la Universidad de Nottingham puede dormir hasta 20 horas al día sin despertarse.
Lo más probable, cuando toda su familia festeje la Navidad, Megan se encuentre durmiendo en su cama, según reveló ella misma a medios británicos.
Megan tiene que retirarse antes de las fiestas estudiantiles, volviendo a casa antes de medianoche. “Por suerte, he hecho muy buenos amigos que han sido muy comprensivos, pero todavía tengo que pensar en ello [en el síndrome] todo el tiempo. De lo contrario, si me acuesto demasiado tarde, puedo desencadenar otro episodio [de complicaciones] y quedarme en cama durante varias semanas”, confiesa Megan.
Su condición se detectó a los 14 años, una vez que estaba en Australia con sus amigos y encadenó casi dos semanas de sueño. Su madre estudió sus síntomas, los buscó en internet y Google le sugirió que podría tratarse del síndrome de Kleine-Levin, lo que después fue confirmado por los expertos.
Esta enfermedad se diagnostica un caso de cada millón, porque lo que a ella le impide vivir como todo el mundo y hacer lo que quiere.
Sin embargo, su rara condición no le ha impedido lograr éxito en sus estudios, concentrándose más en la carrera universitaria.
“(El síndrome) me empujó a tener éxito y ahora estoy decidida a vivir una vida normal”, revela Megan.
Los científicos de varios institutos especializados creen que la causa de esta rara enfermedad podría estar relacionada con el monóxido de carbono.