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Científico indonesio crea bolsa plástica biodegradable a base de yuca

Crean de la yuca una bolsa plástica que se degrada en 100 días.

agencias

La amenaza del plástico al planeta es real, tanto que este año Naciones Unidas lanzó un alerta sobre su efecto contaminante en los océanos. Y es que su proceso de descomposición es muy largo, tanto que puede extenderse entre 500 y mil años. Una simple bolsa plástica puede tardar hasta 150 años en desaparecer.

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Pero los científicos buscan soluciones a este drama que mantiene en alerta a los ecologistas; según el diario inglés The Guardián se ha descubierto que mediante la liberación de bisfenol A (BPA) y otros químicos en el agua algunos plásticos inician su descomposición desde el primer año.

Bajo esta premisa el biólogo indonesio Kevin Kumala creó una bolsa plástica a partir de fibras vegetales de la yuca y resina natural. Según el científico, sirven como abono, son biodegradables y están libres de tóxicos.

Comestibles

Según publicita su empresa Avani Eco, esta bolsa tiene la cualidad de desintegrarse en menos de 100 días, aunque si es sumergida en agua caliente a más de 80 grados centígrados se acelera el proceso porque se convierte en CO2, biomasa y agua.

Kumala afirma que este revolucionario empaque puede ser consumida por animales, tanto terrestres como acuáticos, así como insectos porque no son tóxicas y como están compuestas de almidón de yuca se transforman en material orgánico.

De la naturaleza

El científico copió cómo se fabrica las bolsas de petróleo, pero sustituyendo el combustible altamente tóxico por el almidón de la yuca, un cultivo abundante en Indonesia que supera 25 millones toneladas cosechadas al año.

Lo único que cambia en el proceso es la materia prima, pues la empresa utiliza las mismas herramientas: las máquinas de moldeo por soplado, de corte y de sellado. Su precio está estimado en cinco céntimos de dólar, lo que representa más del doble de lo que cuesta una bolsa regular.

Avani Eco además hace también envases desechables para comida a base de caña de azúcar y popotes (pitillos, sorbete o pajita) con almidón de maíz, que tienen los mismo beneficios de las bolsas de yuca: de degradan rápidamente y no son tóxicas.

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