Lifestyle

Pizzería Domani: La pequeña Italia de Chile

El único restaurante que cuenta con un horno italiano 100% original y cuyos chefs poseen la certificación de la asociación de pizzeros más importante del mundo, está en Santiago.

Si googleas “origen de la pizza”, lo primero que aparece un breve relato de la invención de la pizza Margherita, una pizza que representa los colores de la bandera italiana, el verde, por la albahaca; el blanco, por el queso mozzarella y el rojo por los tomates. (Si ya se te hizo agua la boca, espera a lo que viene).

Las pizzas deben ser uno de los platos más apetecidos por todo el mundo, pero encontrar una buena pizza, es complejo, sobre todo porque en la actualidad cada uno cree tener la verdad.

El problema es lograr dar con una pizza espectacular, o que cumpla con los cánones mínimos: una masa delgada, pero crujiente, un queso fundido a punto y una salsa de tomate, de preferencia natural. En síntesis, pocos ingredientes, pero de buena calidad. 

Recomendados

Por suerte en octubre de este año llegó al barrio Manuel Montt, en Santiago de Chile, un horno “Acunto”, el mismo que usan los pizzaiolos originales y que fue traído directamente desde Italia a la pizzería Domani.

Este horno, fabricado de ladrillo y sal, de manera artesanal funciona bordeando los 500°C, lo que permite obtener pizzas listas en 1 minuto y medio y que lleguen chirreantes a la mesa.

Fuimos a conocer esta pizzería, la única en Chile, que cuenta con chefs certificados por la Associazione Verace Pizza Napoletana (AVPN), la asociación de pizzeros más importante del mundo.

Allí aprendieron las características esenciales de la pizza napoletana, lo primero es una corteza aireada, con manchas de leopardo, y un centro elástico y delgado.

En Domani, todas las pizzas se preparan con masa madre, la que se somete a un período de fermentación de 24 horas y sólo se retoma 3 o 4 horas antes de ser usada, y además es libre de materia grasa.

Varias de las pizzas de la carta, al igual que muchas de las materias primas que utilizan tienen dominación de origen protegida (DOP), esto significa que los productos provienen de una región geográfica específica.

Desde la entrada, la infraestructura sorprende y no es para menos, pues se ubica en una casa de 100 años, las paredes son gruesas y el espacio es amplio, tiene dos pisos y una terraza. Al fondo del primer piso está el horno, imponente, extraordinario.

Nos sentamos cerca del horno, por supuesto, para ver el proceso de cocción de las pizzas y comprobamos que efectivamente se demoran poco más de 1 minuto en estar listas, y el aroma era alucinante.

Mientras esperábamos salieron dos exquisiteces: la pizza Costeña ($8.200), que lleva camarones y salmón; y la Mediterránea ($6.600), con queso de cabra, pimentón, aceitunas y rúcula.

Probamos la pizza Margherita verace ($7.200), de mozzarella de bufala (DOP), salsa pomodoro (DOP), albahaca y aceite de oliva. Cuando llegó a la mesa, humeaba y el queso liberaba pequeñas burbujas.

También pedimos la pizza Griega ($6.100), con salsa de tomate, mozzarella, queso de cabra, berenjenas en rodajas y cebolla. No pudimos decidir cuál de las dos era mejor que la otra, pero porque ambas superaban todas las pizzas que conocíamos hasta el minuto.

Las acompañamos con Apperol Spritz, un aperitivo que también nació en Italia y que desde hace un par de años se ha transformado en el rey de las terrazas santiaguinas.

La masa era muy delgada, fácil de cortar y a pesar de que la corteza, a simple viste parecía estar bastante dorada, nos sorprendió que fuera tan esponjosa. “Ese es el sello de una verdadera pizza italiana”, nos comentó el mesero.

Nunca he ido a Italia, pero no hace falta para imaginarme los restaurantes tradicionales de pizzas en Nápoles, pues Domani cumplió con todas mis expectativas y más aún, instauró en mi paladar un nuevo estándar de sabor.

Luego de las dos pizzas que compartimos entre dos personas, nos aventuramos por el postre, un Volcán de chocolate, que agregaron recientemente al menú, hecho de brownie de chocolate, con  chocolate fundido en su interior, acompañado de helado de maracuyá y salsa de frutos rojos

La carta es diversa, pues se pueden encontrar pastas, ensaladas, antipastos, múltiples tragos y aperitivos como el Apperol Spritz, o el Limoncello, que tomamos como bajativo, además de cervezas artesanales chilenas como la Kross, e internacionales como la Goose Island. 

Después de la experiencia, entre sorbos de Limoncello, concluímos que lo único malo de esta pizzería, es que se acaba y tienes que pedir más. Hubiéramos deseado poder vivir junto a ese horno maravilloso y degustando, por qué no decirlo, las únicas pizzas verdaderamente italianas en Santiago.

 

Dónde: Granaderos 1328, Providencia

Horario: 12:30 a 02:00 horas

Más información en: pizzeriadomani.cl

Tags

Lo Último


Te recomendamos