Todos los años en varias localidades de Chile las municipalidades reciben el nuevo año con una fiesta pirotécnica, destacando los fuegos artificiales que son lanzados en la bahía de Valparaíso. Cobquecura, un pueblo costero ubicado en la región del Biobío, también participaba de esta particular tradición, pero este año su municipalidad desistió de esta actividad para proteger a la población de lobos marinos que habitan en las cercanías.
La decisión está basada en una circular enviada por la Seremi del Medio Ambiente que alertaba a las autoridades sobre las consecuencias de los estruendos causados por los fuegos artificiales en los cerca de 2.700 ejemplares que se encuentran en las zonas rocosas de Cobquecura.
Según explica el biólogo Agustín Iriarte a ADN Radio, “en las loberías de Cobquecura, las pariciones ocurren entre los meses de enero y febrero, aunque también se dan entre septiembre y marzo”, lo que afectaría eventualmente a las nuevas crías de lobos marinos.