10 de diciembre: Día Internacional de los Derechos de los Animales

A partir de 1993 el consejo británico (Farm Animal Welfare Council) estableció las cinco libertades para el bienestar animal, además de los catorce artículos que conforman la Declaración Universal realizada en 1977 que definen los derechos animales.

Según explica Sylvia Arrau, docente de Medicina Veterinaria de la Universidad del Pacífico, “el bienestar animal va de la mano de los Derechos de los Animales. El bienestar animal está gobernado por los cinco derechos fundamentales de los animales, que implican estar libre de: hambre y sed; incomodidad; dolor, injurias y enfermedad;  expresar su comportamiento normal inherente a su especie, raza; y miedo y estrés”

Como dueños de mascotas y como seres humanos que convivimos en el mundo junto a animales (domésticos o no), debemos respetar esas cinco libertades. Es decir, si tenemos un animal de compañía, es nuestro deber darle de comer, de beber, no infringirle dolor y dejarlo expresar su comportamiento inherente a la especie. ¿En qué se expresa esa última libertad?

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“Un ejemplo del derecho a expresar el comportamiento normal de su especie es respetar la necesidad de un perro a ladrar para expresarse, por lo que va en contra de esto amordazar al can. En el caso del gato, este felino ama rascar sus uñas y con ello puede dañar los muebles del hogar, pero no por eso debemos cortar sus uñas porque con ellas puede escalar o defenderse cuando lo necesita”, explica la médico veterinaria.

En tanto, los animales también tienen el derecho de estar libres de miedo y estrés. Tampoco se les debe pegar o someterlos a una situación incómoda. “El trato en sí es importante. Es necesario educar a los animales, pero no usando una violencia injustificada o manteniendo un régimen del terror. Existen soluciones frente a estas conductas, como por ejemplo hacer ejercicios y jugar con el perro, comprar un rascador de cartón para el gato o simplemente un tronquito para que realice un comportamiento que es propio de su especie”, comenta la especialista.

La doctora en medicina veterinaria y docente de la Universidad del Pacífico, explica que los derechos de los animales también están vigentes para aquellos que son utilizados en producción, y que el maltrato hacia ellos influye en la calidad de sus productos derivados como la leche o la carne. De hecho, hay normativas específicas para este tipo de animales.

“La forma en que una sociedad trata a sus animales refleja la cultura y el grado de conciencia del pueblo. No me refiero solamente a los animales de compañía, donde el trato es en general bueno, sino también es importante incluir a los animales de producción, como vacunos, aves, cerdos, peces, etc., donde el maltrato es más recurrente en las formas de producción, ya sea en su traslado, alimentación y/o ambiente. Un animal que vive en una situación relativa de bienestar, entregará sus productos, ya sea carne, huevos o leche, en mejor calidad”, afirma Arrau.