Los distintos eventos y catástrofes naturales, además de provocar el anegamiento de ciudades y poblados también impacta en la flora y fauna, aunque a veces con resultados positivos.
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Hace exactamente 100 días, la región de Atacama, Chile, sufrió una de las inundaciones más grandes de las últimas décadas. Esta es una zona desértica y por ende no es una zona preparada para la lluvia. Aunque esto impactó de forma positiva en el desarrollo de la flora y fauna del Parque Nacional Pan de Azúcar.

Según explica Aarón Cavieres, director de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), los parques nacionales son de por sí, laboratorios naturales. Los últimos hechos ocurridos en la región permitió en esas zonas aisladas generar nuevas condiciones para la biodiversidad local.
“Tenemos que valorar la manifestación de este aluvión y otros anteriores que han quedado al descubierto, investigar y comprender las sucesiones ecológicas y la colonización de las especies, abrir nuevas oportunidades recreativas de los visitantes en alto contacto con la naturaleza, mejorar equipamiento de los atractivos, elevar la calidad de la experiencia de ellos, potenciar los servicios con participación local y afianzar la ciudad de Chañaral como puerta de entrada al parque y zona de desarrollo económico”, asegura Cavieres.

Francisca Ravanal, jefa de sección de Biodiversidad de Conaf, cuenta que el fenómeno meteorológico provocó la profundización de la quebrada en cerca de dos metros, dejando un modelado aterrazado del lugar, lo que aumenta el atractivo turístico del parque.
“Hemos visto zonas donde en un principio no se había generado ninguna especie de vegetación y cuando pasamos en otra oportunidad, logramos observar el registro de nueva vegetación. La idea es hacer un monitoreo anual de todos los puntos donde instalamos parcelas de seguimiento y una caracterización anual de toda la quebrada”, afirma José Luis Gutiérrez, administrador del parque.
Luego del fenómeno hidrometeorológico, la población sapo de Atacama (Rhinella atacamensis) ha aparecido en nuevos cuerpos de agua. En tanto otros animales, como zorros y guanacos, han llegado a colonizar nuevos lugares debido a la menor presencia de humana.