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Entrevista al “chileno loco” que cruzará América en bicicleta

A una semana de partir, Christian Amigo tiene todo listo para el viaje que realizará desde Canadá a la Patagonia chilena. Parte importante de su ruta la definirá la gente que comparta recomendaciones en su Facebook.

Christian Amigo, de 26 años, es nacido en Santiago — ciudad que dice detestar — y criado en Puerto Varas, donde también creció su familia. En 2013 se tituló de Ingeniería Comercial y de Técnico Mecánico. El fin de sus estudios significó el pase a lo que siempre quiso hacer: viajar. Así que juntó dinero, empacó y, apurado por sus ganas, se fue a Canadá.

Allí ha laborado en trabajos tan disímiles, como obrero en construcción o chef de un restaurante. También trabajó en un tren de lujo que recorre las Rocallosas, gracias a lo cual tuvo la suerte de conocer los lugares más espectaculares de Canadá.

Christian aprovechó esa experiencia para hacer los contactos para trabajar en Churchill, un pueblo al norte del país, más conocido como la capital de los osos polares. Y ahora, su espíritu aventurero e insaciable lo ha llevado a plantearse un nuevo desafío: viajar desde Canadá hasta la Patagonia Chilena a puro pedal.

Algunos creen que está loco, pero Christián confía en sus capacidades. La fecha de partida es el próximo martes 12 de mayo a la madrugada. En VeoVerde, tuvimos la oportunidad de charlar con él, previo a su viaje En Bici Pa Chile.

VV: ¿Cuándo nació tu gusto por la bicicleta?

CA: El gusto por las bicis, y por el deporte sobre todo, siempre lo he tenido, desde chico, pero mi pasión por las bicicletas en especifico sucedió tiempo después que me rompí un hombro jugando básquetbol, mi deporte favorito. No podía hacer muchas cosas, fue algo grave, pase más de un año con un tratamiento kinesiológico y para no dejar de hacer ejercicio, me dedique a la bici… y de poco me fui enamorando (ríe).

Ya cuando me rompí el otro hombro hace unos dos años, me dediqué de lleno a la bicicleta, que ahora es prácticamente es el único deporte que hago.

VV: ¿Estando en Chile cuáles fueron tus actividades más significativas con la bicicleta?

CA: Nunca participé de alguna cicletada. Me arrepiento. Pero hice un par de viajes: di la vuelta al Lago Llanquihue, fui de de Santiago a la Laguna Aculeo y también por Santiago, Los Andes y Valparaíso. Ese fue viaje más largo que he hecho hasta el momento, de unos 320 kilómetros más o menos.

VV: ¿Cuánto dinero tienes?, ¿cuánto necesitas?

CA: Como es un viaje sin mucho pronóstico no sabría decirte cuánto voy a gastar exactamente; siempre existen imprevistos. Pero no soy de gastar mucho cuando viajo. La plata se va solamente en comida, techo y entradas a lugares como museos y parques.

La idea de la página en Facebook En Bici Pa Chile, es que la gente me pueda ir ayudando y guiando en este viaje, ya sea dándome datos de lugares de interés turístico o de alojamiento, así la gente se va involucrando y yo voy subiendo material didáctico de dichos lugares, incluso recomendado hostales, restaurantes, agencias de turismo, etc. Así todos ganamos. La idea es también fomentar el turismo local y el uso de la bicicleta como medio de transporte.

VV: ¿Qué diferencia ves en las facilidades que se le dan a la bicicleta entre ciudades y carreteras de Chile y Canadá?

CA: La diferencia radica en la cantidad de gente que las utiliza y en dónde las utiliza. En Vancouver prácticamente todas las calles paralelas a las grandes avenidas son compartidas entre autos y ciclistas. Existen kilómetros de ciclovías, semáforos especiales para ciclistas, tiendas donde puedes entrar con tu bici y amarrarla adentro, incluso pubs, y si está lleno la puedes dejar afuera en los miles de estacionamientos para bicicleta.

Pero lejos lo mejor y más práctico es que puedes llevarla en el metro. Por lo mismo la cantidad de gente que se beneficia con esto y se motiva a usarla es mucho mayor a la que hay Chile. El uso es el mismo: ir al trabajo, comprar cosas o por diversión, pero es el ambiente el que marca la diferencia.

Desde que llegué a Canadá te juro por mi madre que nunca he recibido un bocinazo. Existe plena tolerancia entre autos y ciclistas.

VV: ¿Ya tienes definida tu ruta? ¿Qué lugares no te perderás?

CA: Tengo más menos trazada mi ruta. No me perderé Machu Pichu, la ciudad perdida de Colombia, Uyuni; los clásicos de América. Pero aquí la gente también juega un rol. A medida que vaya avanzando, si alguien me dice que cierto lugar vale la pena visitar, allá iré. Algunos ya me han enviado sus recomendaciones por Facebook.

Pero básicamente, bajaré bordeando el Pacífico, desde Vancouver hasta Baja California. Cruzaré el mar de Cortez, Guadalajara, el Distrito Federal hacia Yucatán. Recorreré bien la península y bajaré a Belice y Guatemala, para luego retomar el Pacífico hacia Sudamérica.

Allí seguiré por Barranquilla, Colombia, y de nuevo tomaré la costa del Pacífico hasta Lima, Perú. Me adentraré hasta Cusco, Bolivia, y llegaré a Chile por San Pedro de Atacama. Subiré de nuevo al norte, y bajaré desde Arica hasta la Patagonia.

Quiero Recorrer Chile completo en bicicleta e invitar a la gente a conocerlo. Muchos no saben lo privilegiados que somos. Tengo que pasar por algunas ciudades donde ya tengo amigos y conocidos donde alojar y que me muestren el sector.

VV: ¿Te sientes en forma para eso?, ¿cómo te has preparado física y mentalmente?

CA: Es lo único que quiero hacer. Vengo con esta idea en la cabeza hace años. Lo más difícil aquí no es pedalear, sino mantener tu cabeza ocupada. Son muchas las horas que iré solo, sin conversar, y la soledad te puede volver loco si no sabes cómo tratarla. En eso estoy bien, no me aburro solo.

En lo físico para ser honesto, no me he preparado mucho. Con el trabajo aquí y la organización de los pormenores no me da mucho el tiempo, pero no se necesita ser un súper atleta para esto; de hecho tengo sobre peso (ríe) y eso no me impide hacer este viaje. Solo hay que motivarse e ir al ritmo que tu cuerpo te permite, sin forzarlo.

VV: ¿Qué llevarás contigo?

CA: Llevo lo justo y necesario: todos los repuestos de la bicicleta, ropa, camping, comida y equipos eléctricos. No llevo ningún lujo extra, no hay espacio (ríe).

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