Este miércoles 3 de septiembre, la corte colombiana emitió sentencia en contra de la propuesta de prohibir las corridas de toros en Bogotá. Este dictamen ha ofendido a muchos ecologistas locales, tachando a los encargados de llevar a cabo la ley de tener intereses en conflicto al tomar esta decisión:
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Finalmente la Corte falló y lo hizo a favor de los intereses taurinos, no de la protección constitucional a la naturaleza y a los animales, Sin embargo, respetamos el fallo por la relevancia de la institución. De las conexiones taurinas de Mauricio González Cuervo, magistrado ponente y confeso taurino, no podemos decir lo mismo” dijo Andrea Padilla, vocera para Colombia de AnimaNaturalis Internacional.
Pero no todo está perdido, ya que ahora se hará una consulta ciudadana para mostrar que el pueblo de Bogotá está mayoritariamente en contra de la corrida de toros por considerarlas un acto de crueldad animal. Según encuestas realizadas en el 2012 en la capital colombiana, el 92% de los habitantes piensan de esta forma.
Los ecologistas de Bogotá quieren plantear de esta manera un ejercicio democrático donde se vea que la mayoría de la población en la capital no quiere las corridas y como consecuencia de esto cancelarlas en la ciudad; pero su visión no acaba ahí ya que pretenden que este tipo de iniciativas tengan eco en los demás estados del país y lograr un dictamen federal.
Estas llamadas a la democracia tienen un enorme valor global y se debe darle su justa medida, ya que un caso similar pasa en México donde 7 de cada 10 habitantes de ese país rechazan las corridas de toros y sólo 1 de cada 10 las considera arte o cultura.
Curiosamente en México es al revés de Colombia, ya que la presión viene de los estados y municipios que han sido los primeros en prohibirlas, esperando ejercer presión sobre la capital mexicana.