Un buen salpicón de mariscos para dar al organismo todos los minerales que esta preparación contiene gracias a los maravillosos frutos del mar. Una receta que se puede acompañar por una ensalada italiana de papa más el tono de un vino blanco, o una cerveza, también queda perfecto. Este plato es común prepararlo para las fiestas de fin de año, pero, ¿por qué no hacer de tu fin de semana una fiesta culinaria?
Si no encuentras colitas de rape, elige otro pescado blanco que esté al alcance de tu bolsillo y en tu región, puede ser merluza, bacalao, congrio o lenguado.
Degusta este plato lleno de salud y sabor en este fin de semana y considera hacerlo con anticipación para servir frío, así el tiempo ayuda a mezclar sabores y hacer que todo sea aún más delicioso.
Tiempo de elaboración| 2 horas 20 minutos
Dificultad|Media
Personas| 4-6
Ingredientes
- 2 bueyes de mar grandes (cangrejos)frescos o congelados
- 2 colas de rape (700g)
- 500gr colas de langostino o gambón peladas
- 1 cebolla blanca dulce grande
- 4 huevos
- 2-4 cucharaditas de sal
- 2 cucharaditas de eneldo (opcional)
- 4-6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 4-6 cucharadas de vinagre de manzana
Cómo preparar el salpicón de mariscos
- Hay que preparar con antelación porque se sirve frío.
- Cocer los bueyes de mar en agua salada o, si son congelados, descongelarlos a temperatura ambiente.
- Cocer las colas de rape, los langostinos y los huevos. Enfriar.
- Encender la radio (o buscar buena compañía), sentarse cómodamente y con la ayuda de unas tenazas, unos pinchillos de marisco y mucha paciencia, vaciar con muchísimo cuidado el buey de mar. No puede quedar ninguna cáscara o cartílago, o nuestro salpicón se convertirá en un martirio.Echar la carne del buey en una ensaladera grande.
- Quitar las espinas, hueso y restos de piel de la cola de rape y cortar en dados.
- Trocear las colas de langostino en trozos no muy pequeños.
- Añadir el rape y los langostinos a la carne de buey.
- Cortar las claras de huevo, cocidas, en trozos muy pequeñitos y hacer lo mismo con la cebolla. Es muy importante que la cebolla no pique, o el salpicón será ‘lacrimógeno’. Con respecto al huevo, por temas de colesterol no suelo añadir las yemas pero es cuestión de gustos (y salud).
- Mezclar todos los ingredientes bien y aliñar con la sal, el vinagre y el aceite. El salpicón ha de tener vinagre, por definición, pero si no gusta mucho, se puede moderar la cantidad. Lo mismo sucede con el aceite; solo utilizar lo suficiente para juntar la mezcla.
- Finalmente añadir una cucharadita o dos de eneldo picado (opcional) y meter en el frigorífico para que se enfríe bien y el salpicón adquiera el sabor del aliño.
- Rectificar de vinagre, aceite y sal antes de servir.
Fuente: Honest Cooking