Las fotografías fueron tomadas desde un helicóptero piloteado por ellos en una zona del Océano Austral designado una zona protegida para las ballenas. Bob Brown, de la organización Sea Shepherd que choca cada año con los buques de Tokio, dijo: “Es sólo una sangrienta escena medieval espantosa, que ha conseguido no hay lugar en este mundo moderno.”
Barcos japoneses capturan y matan a cientos de ballenas en el Océano Antártico cada año a pesar de haber acordado, bajo la presión de los EE.UU., a una moratoria internacional sobre la caza comercial de ballenas. Lo peor es que citan un tratado de 1946 que afirman que cazan a los mamíferos para la investigación científica.
El Nisshin Maru, es un barco ballenero que navega por todo el mundo, estuvo navegando en la Antártica, y tuvo el descaro hasta de pedir protección de la guardia costera.
El Sr. Brown dijo que los barcos de Sea Shepherd habían alcanzado a cinco de los barcos balleneros de Japón y habían fotografiado pruebas de sus actividades ilegales en el interior del santuario de ballenas reconocido internacionalmente – un área de 50 millones de kilómetros cuadrados que rodean la Antártida y cerca de las aguas de Australia y Nueva Zelanda.
Dr. Brown dijo: “Hay tres cadáveres en el barco, un cuarto de la canal se ha cortado. Hay sangre por todo el lugar, la carne siendo acarreados alrededor en este barco factoría de la cubierta, los despojos y vísceras siendo objeto de dumping en el océano”.
A lo que el Ministro de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda, Murray McCully, negó la caza de ballenas se llevaba a cabo dentro de la jurisdicción marítima de su país, diciendo que el sitio era considerado aguas internacionales, como él condenó la práctica ‘inútil y ofensivo’. “El gobierno de Nueva Zelanda ha pedido repetidamente a Japón para poner fin a su programa de caza de ballenas. Reiteramos este mensaje de hoy, ‘dijo.
‘No hay nada científico sobre esto, es una carnicería”, dijo el Dr. Brown. Y en eso lo apoyamos fervientemente
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