Este crudo documental nos muestra la lucha que dieron los habitantes de Freirina frente a la planta de cerdos de Agrosuper, las promesas incumplidas de cerrarla, y las secuelas de esta misma en el pueblo.
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Esta planta contaminó el agua potable con los cadáveres de los cerdos, que son mucho más tóxicos que los de granja, ya que están alimentados con productos químicos. Además, los malos olores, la mala calidad del aire y toda la contaminación afectaba a otras comunas cercanas, que también se manifestaron en contra de Agrosuper.
Finalmente, luego de las presiones, marchas, el movimiento social en general logró ser escuchado por los altos mandos, quienes cerraron la planta de cerdos de Freirina indefinidamente, no sin antes haber hecho oídos sordos a las demandas, aunque finalmente logró triunfar la justicia.