A veces lo más sencillo resulta lo más nutritivo. Esto es algo que hasta ahora me va cayendo en cuenta —el veinte, como dicen—. Entre menos procesado sea tu alimento, mayores serán los beneficios para tu cuerpo; le das la oportunidad de una óptima absorción de sus nutrientes.
Así de simple, comenzamos a adoptar nuevos ingredientes en nuestras comidas, que son tan fáciles de preparar como un arroz blanco.
Antes de probar la quinoa me intrigaba mucho su método de cocción. Según yo era algo complicado, así como encontrar el grano entero en el super. En realidad, es todo lo contrario. Sólo falta enjuagar la quinoa, escurrirla, ponerla a hervir de la misma forma que el arroz —un tanto de quinoa por dos tantos de líquido— y listo: tienes una rica fuente de proteína vegetal.
Esta quinoa hidratada será la base para varias platillos, desde tortitas, croquetas, hasta ensaladas frescas como la que comparto en este viernes vegano.
Ingredientes
- 1 taza de quinoa
- 2 taza de caldo de vegetales
- 1/4 taza de piñones tostados
- 1 cucharada de menta fresca picada
- 2 cucharadas de perejil fresca picado
- 1 limón
- 1 cucharada de aceite de oliva con ajo
- sal y pimienta, al gusto
Cómo preparar la ensalada de quínoa con menta y piñones
Enjuega y escurre muy bien la quinoa, para después colocarla en una olla. Agrega las 2 tazas de caldo de vegetales. Cocina hasta que el líquido se haya absorbido y la quino quede suave.
Esponja la quinoa, revolviéndola delicadamente con la ayuda de un tenedor. Agrégala a un bowl con la menta y el perejil picados, los piñones tostados, el jugo de un limón y el aceite de oliva. Rectifica el sazón y haz los ajustes que necesite al gusto. Agrega sal y pimienta. Revuelve.
Fuente: Simply Scratch