Nuevamente los afanes de dinero se contraponen con la necesidad de la verdadera riqueza, nuestros recursos naturales. Un proyecto de ley tienen que busca proteger los glaciares tiene en alerta a varios empresarios de la minería.
Esta ley pretende proteger los glaciares mediante la prohibición de la minería en zonas de glaciares demarcadas. Según algunos expertos, si la ley es aprobada, se podrían paralizar proyectos mineros de miles de millones de dólares y afectar las inversiones. Sin embargo, los glaciares desempeñan un papel muy importante en la protección del agua de Chile, razón suficiente para que esta ley sea aprobada.
“Si se aprueba la ley con condiciones duras podría perjudicar no solo las operaciones de proyectos actuales sino también proyectos futuros. Dependiendo de las condiciones, podría resultar muy difícil desarrollar la actividad minera en zonas de alta montaña”, declaró Juan Carlos Guajardo, director del centro de estudios de minería CESCO en Chile.
Al parecer, lo único que le interesa al gran empresario minero es la posibilidad de perder negocios, de no ganar tanto dinero como hasta ahora le permiten las leyes en Chile -donde ni siquiera existe una tributación coherente al terrible impacto social y medioambiental que provoca- pero el ecocidio que significa violar los glaciares parece no importarle, tal como pasa con Andina 244. O aun peor, con lo ya acontecido en Pascua Lama, donde ya desaparecieron los glaciares Toro 1 y Toro 2. No por nada, según los sabios pueblos indígenas, la minería es una de las actividades que más dañan al ecosistema Latinoamericano.
Incluso, hay algunos que dicen que la minería le ofrece a los pobres de Chile su mejor oportunidad de acceder a la clase media, sin embargo, omiten las extremas condiciones laborales a las que se exponen los mineros, con largos turnos en zonas aisladas y lejos de sus familias y que Codelco ya no será fuente de empleos en el 2040.
Esperemos que esta ley sea aprobada, y que el país aprenda que hay cosas mucho más importantes que el dinero.
