El escenario es el mismo con cada proceso electoral, sea municipal, estatal o federal. Vemos políticos haciendo sus campañas por todo lo alto y por todos los medios. Llegado el día posterior a las elecciones, todo ese marketing político sigue “adornando” nuestras paredes, postes y anuncios espectaculares. ¿Qué pasa con todo eso?
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De acuerdo con Raciel Flores Quijano, investigador de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), más del 90% de los materiales empleados para las campañas electores se pude reciclar. De caso contrario, si se quedan en el lugar donde fueron colocados para proselitismo, tardarán hasta 20 años en degradarse en el ambiente.
Se calcula que los partidos políticos generaron 400 toneladas de basura electoral para estas votaciones intermedias; realizadas ayer domingo en 14 estados de la República Mexicana. En teoría esos partidos políticos tienen el compromiso de crear brigadas para recoger su basura electoral; es más, se debería de hacer al cierre de campaña, días antes de la elección.
En cambio, en lugar de buscar alguna solución al, vemos situaciones que llegan al descaro.
- En Zacatecas el mismo ayuntamiento organizó una cuadrilla para levantar la basura de espacios públicos después de cierre de campaña; esto es trípticos, folletos, banderines, todo lo que es publicidad de mano.
- En Guerrero hubo una gran confusión, cuando el PRI fue acusado por la oposición de entregar despensas un día antes de la elección; cual fue su sorpresa que cuando se acercaron descubrieron que se trataba de brigadistas del PRI retirando basura electoral. Nadie dijo nada más y se retiraron… ¿y su basura?
En las pasadas elecciones federales se generaron 2,500 toneladas de basura electoral, de los cuales se reciclaría un 50%. Pero a pesar de este porcentaje optimista, la realidad fue otra. Pasado un mes de las elecciones, la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac) dio a conocer que ningún partido político se había puesto en contacto con ellos para el reciclaje de su material — ni siquiera considerando que se paga MXN $3 por kilo.
Lo que falta en México es una legislación que exija a los partidos políticos retirar su basura electoral, pero también que especifique el procedimiento para su reciclaje: tiempos de entrega, a qué centros de acopio o cuáles plantas recicladoras reciben dicho material. Si se preocupan por unas elecciones transparentes, esperemos que llegue políticos u organismos que se preocupen por el impacto ecológico de estos procesos.
Links:
- Chile: el día después de las elecciones o cuando todo se convierte en basura
- El saldo de las campañas electorales en México: 2,500 toneladas de basura
Fuentes: Basura electoral perdura 20 años si no se recicla: UPAEP (E-consulta)
Imagen: Más por másr