¡AY! el trópico, parece mimarnos con su calor y vida. ¿Cuántas frutas deliciosas, hermosas y desconocidas conocemos cuando por esas cosas de la vida y el crédito nos acercamos a su capricorniana latitud? Son muchas y probamos cada una haciendo cata de la magnífica naturaleza.
El árbol de uva brasilera llamado Jabuticaba, da sus frutos y flores pegados al tronco. Una maravilla que nos deja pensando que es la naturaleza el mejor de los creativos y qué lástima sería ver este tipo de seres vegetales modificados genéticamente, o aún peor, privatizados al patentar su semilla.
Esta planta es nativa de América del Sur, especialmente Paraguay, Argentina y por supuesto de Brasil, donde el monocultivo de soja avanza dejando poco espacio a la biodiversidad.
La generosidad de este arbolito se da en su misma evolución que se ha comportado para facilitar la alimentación de animales que no pueden llegar muy arriba o pueden sufrir accidentes tratando de alcanzar un delicioso fruto. Así además, las semillas gracias a sus consumidores esparcen las semillas y propagan la dulce especie.
Por si fuera poco, es un conocido medicamento natural para tratar la diarrea, la inflamación de las amígdalas y el asma, se investigan propiedades anticancerígenas. Por si fuera poco da frutos todo el año si tiene una buena cuota de irrigación hídrica.
Fuente: Jabuticaba – The Tree that Fruits on its Trunk (Kuriositas)
Foto: Roberto Antonio Hoffmann