Son parte fundamental de la historia de esta región, y han sido un testigo silencioso de su desarrollo y apogeo. En 1896 un joven inmigrante alemán llamado José Fischer, fundó la cervecería más austral del mundo que llamó Patagona en la prometedora ciudad de Punta Arenas, sin imaginar jamás que el lugar que con tanto cuidado escogió seguiría siendo, más de un siglo después, la planta de producción de esta bebida que hoy es Cerveza Austral.
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Es la planta cervecera más antigua de Chile y no sólo su lugar no ha sufrido cambios, sino que la forma en que producen su cerveza sigue casi inalterada desde hace 110 años.
Con el correr de los años la ciudad fue creciendo y desarrollándose, por lo que la planta hoy está en pleno centro, a 10 cuadras de la plaza de armas y es uno de los puntos turísticos más reconocidos, tanto así que ahora a un costado crearon un museo de la cerveza para que la gente conozca más sobre este arte culinario.
Austral forma parte de la historia de la Patagonia chilena y es por eso que su compromiso con ella es total. Actualmente son la cerveza oficial del programa Reforestemos Patagonia que busca recuperar las más de 3 millones de hectáreas arrasadas por el hombre y los incendios en los últimos 100 años y las 17 mil que fueron consumidas en el monumental incendio del 2011 en las Torres del Paine.
Esta institución sin fines de lucro busca plantar más de un millón de árboles nativos y así ir poco a poco recuperando una de las grandes maravillas que tiene Chile.
Austral no quiso perder la oportunidad de devolverle la mano a la región que lo vio crecer, desarrollarse y convertirse en una de las cervezas más importantes de Chile, por lo que apenas supo del proyecto quiso formar parte y de esta manera devolverle un poquito la mano a su amada Patagonia.
