La expresión de arte callejero más común de nuestros días es el graffiti. Las calles se plagan del discurso extramuros en señal de rebelión justamente con el discurso que se construye intramuros o “bajo techo” institucional. La verdad es que afea bastante y produce el efecto contrario al esperado. Por eso lograr que el graffiteo pase a ser realmente una contribución de los discursos alternos necesariamente implica adoptar alternativas al aerosol, contaminante tanto por sus componentes como por su impacto visual, sobretodo cuando es empleado para hacer firmas sin sentido.
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Esta infografía que recaba varias fuentes da como producto final una receta infalible para lograr la mejor fórmula para hacer un buen graffiti de musgo. Con esto reverdeces las paredes grises de la civilización con los mensajes que tu más prefieras. ¡Manos a la obra!

Link: Arte vivo: Graffiti hecho de musgo