Como lo leéis. Parece que está demostrado, o al menos existe un estudio, sobre que las horas en las que comes importan, y mucho, sobre el hecho de adelgazar o no hacerlo. El estudio lo han llevado a cabo desde la Universidad de Murcia (España) e investigadores de Harvard (EEUU).
Se realizó con una muestra de 420 personas que estaban intentando adelgazar (mitad hombres, mitad mujeres), y aquellas que comían antes de las tres de la tarde, lograban una pérdida de peso más significativa que quienes dejaban el almuerzo para después de esa hora.
De media, entre los que comían antes de esa hora redujeron su masa corporal en un 12% y los que lo hicieron después de esa hora la redujeron en un 8%. Lo que se traduce en una diferencia de unos 4 kilos entre ambos grupos de media. Se tuvieron en cuenta que todas las personas hicieran el mismo ejercicio, durmieran las mimas horas, comían lo mismo, etc.
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Los investigadores indican que es un primer análisis y que hay que replicar los resultados y metodología a otros grupos de muestra con los que poder certificar que no haya otras variables diferentes a tener en cuenta y que efectivamente se deba a la hora en la que se hace la comida principal del día.
También se analizó la posibilidad de que los que comían a horas más tardías pudiesen tener una relación con un gen, llamado “clock”. Que es un gen que hace que estas personas sen más vespertinas, es decir que se acuestan más tarde, duermen peor, tienen tendencia a la obesidad, etc.
Es muy importante no solo el qué comemos, si no también a cuándo lo hacemos. Establecer una rutina diaria de comidas y sus horarios para poder tener una mejor salud.
Vía El Mundo