Una rápida reacción tuvieron los productores y empresarios del rubro gastronómico que comercializaban foie gras en California ante la prohibición que entró en vigencia el pasado 1 de julio. Esta medida declaró como ilegal la producción y venta de esta delicatessen en California, debido a que los métodos para obtenerla son considerados como tortura animal.
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La Asociación de criadores de patos y gansos de Quebec (Canadá), los productores Hudson Valley Foie Gras (ubicada en las cercanía de nueva York) y el grupo de restaurantes Hot’s de Los Angeles se juntaron para demandar al estado de California, argumentando que esta prohibición es insconstitucional y poco clara. Para ellos la ley es vaga, al no estipular claramente cuáles productos derivados del pato están prohibidos y pone la carga de deducirlo en los restaurantes o distribuidores que podrían ser multados hasta en USD$1.000 (CLP$508.100). Esta apelación es principalmente para evitar la aplicación de la ley, ya su poca claridad pone en riesgo a muchos chefs, que podrían estar quebrantando la ley sin saberlo.
Actualmente la ley pone su acento sobre la sobre alimentación forzada (gavage) que reciben, en el caso del foie gras, los patos y gansos. Esta prohíbe los productos derivados de aves “que hayan consumido más comida de la que un ave normal de la misma especie consumiría voluntariamente”. Pero, según reclaman los demandantes, no habla sobre cantidades específicas de comida.
Esta controversial medida, aclamada por los grupos defensores de los derechos de los animales, sigue causando reacciones en la industria gastronómica, con acciones como esta demanda judicial o la formación de una asociación de chefs que proponen medidas de producción que eliminen la crueldad con el animal. Por otro lado, hay restaurantes que han elegido ignorarla y siguen sirviendo menús especiales con el foie gras como ingrediente principal.