Ya se veía venir. Hubo polémicas, debates, protestas pero finalmente la central nuclear japonesa Fukushima Daiichi, ubicada en Ohi en la prefectura de Fukui, volvió a operar para apalear el fuerte déficit energético que existe en Japón luego de que se apagaran todos sus 54 reactores nucleares, por las graves deficiencias en seguridad que quedaron al descubierto con el terremoto y tsunami en marzo de 2011.
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Tras estar 15 meses congelada Fukushima Daiichi volvió a operar bajo el permiso del gobierno y el usufructo de la empresa Kansai Electric Power. Según la empresa todas las medidas de seguridad están debidamente tomadas, pero la agencia de prevención AFP reconoció que “las obras de consolidación contra sismos y tsunamis habrán terminado dentro de tres años.”
Algunos pensaron que Japón nunca más tendría una amenaza nuclear, pero lamentablemente sustituir la energía que producían las centrales por otros combustibles, fue demasiado costoso y al menos con la reactivación de la central Ohi, que alcanzará su 100% de abastecimiento este miércoles, se ahorrará un 10% en el gasto de gas y petróleo. Aunque la desconfianza social sigue latente y el ahorro es lo que menos les preocupa.
Cuando se comentó que era posible la reactivación de algunas centrales nucleares, miles de personas se opusieron. De hecho, el “día de la infancia” se realizaron varias protestas en contra de la energía nuclear, que reunió incluso a cerca de seis mil personas en Tokio. Y es que son las madres las más preocupadas por el futuro y salud de sus hijos que se ven fuertemente amenazados con estos reactores, ya que no pueden estar mucho tiempo al aire libre, tienen que tener mucho cuidado con los alimentos y son constantemente testeados para medir sus niveles de radioactividad.
“Los medios de comunicación japoneses ni los funcionarios informan del peligro que hay en Fukushima. Allí los habitantes no tienen tranquilidad. La comida dejó de ser un momento de alegría para ser una preocupación de las madres por saber que alimentos son seguros para sus hijos.” Señaló en la cumbre Rio+20, Masako Saka, miembro de la Japan Civil Network for the United Nations Decade on Biodiversity.
En unos quince días más se reactivara la segunda central de la misma planta, así lo habían anunciado las autoridades hace un par de semanas. De todos modos los japoneses no han escatimado en esfuerzos para mejorar la seguridad, pero aunque es poco probable que un terremoto de gran intensidad los afecte a la isla en pocos años, igualmente la energía nuclear pone al planeta en un riesgo que un no conocemos por completo.
Fuente: Energía nuclear: El interés económico por sobre la salud y la democracia (Com Ambiental)