Las cenizas del Popocatépetl podrían poner el riesgo la vida en los ecosistemas que rodean al magnánimo volcán. Sus constantes emisiones podrían afectar a las zonas más cercanas de los estados de Puebla, Tlaxcala y Morelos, pero el daño solo podrá determinarse según la cantidad y constancia de las mismas.
Y es que la ceniza producto de estas emisiones no tiene nutrientes o minerales que puedan aprovecharse como abono, ya que está compuesta de vidrio volcánico y partículas de roca que la vuelven dura, abrasiva y poco soluble; según reporta María Edna Álvarez Sánchez, una investigadora del Departamento de Suelos de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh)
Al menos el 50% de las partículas están constituidas por óxidos de silicio en forma de silicatos, conocidos como material vítreo o vidrio volcánico; “Son fragmentos con bordes irregulares, por lo tanto, son abrasivos” añadió.
Para tener una idea de qué tan duras son estas hojuelas o partículas de ceniza, en la escala de Mohs donde el talco es el mineral más suave y se encuentra en el cero y el diamante es el más duro con un 10, estas hojuelas se encuentran entre los números 5 o 7, dependiendo de su tamaño y composición.
Ahora, imaginen el impacto que tienen estas partículas sobre las plantas y animales de las regiones aledañas al volcán que han sido bañadas constantemente por las emisiones del muy activo Popocatépetl. Dañarán a los ecosistemas porque cubren la vegetación de bosques y pastizales, y los animales, en particular los que pastorean, se quedarán sin alimento, porque no pueden digerir ese polvo cargado de elementos como arsénico, azufre, flúor, mercurio, cloros, todos ellos componentes tóxicos; incluso algunos pueden ser cancerígenos.
Fuente: Cenizas del Popocatépetl dañan ecosistemas(El Universal)