Ya es una realidad que tus zapatillas, una vez que producto del olor, o los rotitos en la planta te obliguen abandonarlas, se conviertan en compost, o en un producto reciclable. Esto es lo que prometen varios diseñadores de ropa, zapatos y accesorios mediante la utilización de nuevas materias primas como neumáticos desechados, o telas hechas con altas concentraciones lácteas.
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Y esto no creamos que es el último grito de la moda. No, porque es justamente volver a sus origenes. Utilizar la proteína láctea llamada caseína para confeccionar género proviene del siglo pasado, de los años 30. Y lejos de lo que pudiera pensarse, es inolora y antibacterial.
Se están buscando nuevos materiales, o en realidad, viejos materiales utilizados para vestirnos. Por ejemplo, el cáñamo, o marihuana, ha sido una fibra vegetal conocida por servir para hacer prendas que tiene propiedades medicinales y que además, es capaz de proteger de la radiación solar.
La denominada Eco-fashion está pegando fuerte en la semana de la moda de Nueva York. El diseñador británico, Gary Harvey, ha expuesto hermosos vestidos de fiesta con materiales reciclados, como bolsas para ir a la feria en lo que se ha denominado GreeShows.
La sustentabilidad ante la realidad del calentamiento global y la contaminación, ha puesto en el foco la necesidad de re-utilizar materiales, y buscar fórmulas para que la moda no sea tan cara, pero a la vez altamente valorada por su forma de de confección. Esto es principalmente importante cuando nos enfrentamos a un modelo de consumo que deshecha rápidamente lo supuestamente “viejo” o pasado de moda.
La filosofía verde es entonces muy importante para que esta conducta “trapera”, sea trocada por una que le da valor a lo viejo. Ya lo estamos viendo hace algunos años con la moda “vintage”.
Vía: El Mercurio
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