Buscar nuevas formas, cada vez más limpias, de producir energía eléctrica es una necesidad imperativa de la humanidad. Si bien los generadores eólicos existen hace muchos años, el gran problema que tienen es que hay que instalarlos en lugares donde haya mucho viento, lugares muchas veces de difícil acceso y que interrumpen la vida silvestre, y los vuelos de las aves.
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El innovador proyecto Wing 7 supera varios de esos problemas. Y lo hace volando. Resulta que es un aparato que pesa 60 kilos, tiene una estructura absolutamente aerodinámica, y para funcionar se eleva hasta 500 metros sobre la tierra, posicionándose a una altura donde las ráfagas de viento son mucho más fuertes que en el suelo.
Es indispensable que un cable afirme al Wing 7, para que no se vaya volando, y a través de él se traslada la electricidad hacia el suelo, para el uso cotidiano. Con vientos de apenas 30 kilómetros por hora, este aparato es capaz de producir hasta 20 kW.
Tiene 3 rotores que con energía eléctrica se accionan para elevar al Wing 7. Luego de perderse entre las nubes o la lejanía, se autoequilibra con su cola vertical y empieza a generar energía. Aunque todavía es un prototipo, se espera que para 2013 está funcionando permanentemente.